En su blog personal, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, analizó la quitya del cepo cambiario, y consideró que la misma no necesariamente generaría un salto en el nivel de inflación en el caso de que se dispare el tipo de cambio, lo cual constituye una de las grandes preocupaciones del gobierno de Javier Milei.
Para Cavallo la eliminación del cepo es auspiciosa, porque “podría consolidar la estabilidad monetaria y cambiaria en el país, abriendo el camino hacia un crecimiento basado en la inversión y el aumento de la productividad”.
“La eliminación completa del cepo podría significar la consolidación de la estabilidad monetaria y cambiaria”, afirmó, además de advertir que de demorarse la medida podría limitar el impacto positivo de otras medidas tomadas por el Gobierno, como el ajuste fiscal y la eliminación de la emisión monetaria asociada al déficit.
Si bien Cavallo consideró que en un primer momento el fin dela restricción cambiaria podría causar un salto cambiario, “no significa que se vaya a interrumpir el proceso de desinflación sino, por el contrario, podrá significar la consolidación de la estabilidad monetaria y cambiaria”.
Además opinó que “como contrapeso a un posible salto cambiario, la eliminación completa del cepo provocaría una mayor reducción del riesgo país, facilitando el acceso a financiamiento para afrontar los vencimientos de capital de la deuda en dólares”.
En esa línea, señaló que la medida “ayudará a que haya saldos favorables en la balanza comercial para facilitar el acceso del Tesoro a la compra, con los pesos de su superávit fiscal primario, de los dólares que necesita para afrontar el pago de los intereses de esa deuda”.
Debido a las versiones que afirman que el gobierno podría posponer la medida hasta después de las elecciones legislativas de 2025, Cavallo le recomendó al presidente Javier Mieli que “considere seriamente su eliminación en los primeros meses del año próximo, para llegar a la elección con la economía estabilizada y reactivada y en franco proceso de crecimiento por inversión y aumento de productividad”.
El ex ministro de Economía, que tuvo un rol clave en las reformas aplicadas por el menemismo, el cepo cambiario está compuesto por un entramado de restricciones que afectan tanto a exportadores como a importadores:, los exportadores están obligados a liquidar sus dólares ante el Banco Central dentro de plazos determinados y los importadores enfrentan límites en el acceso a divisas, tanto en cantidad como en los plazos para realizar los pagos.
Si bien esto le permite al Banco Central manejar el tipo de cambio oficial y mantener metas de acumulación de reservas, esto también produce distorsiones que alimentan la brecha cambiaria entre el mercado oficial y los paralelos, como el dólar blue y el contado con liquidación (CCL), repercutiendo negativamente en la competitividad y los costos de las empresas, al tiempo que desalienta la llegada de inversiones del exterior.
“En esencia, se trata de un control de precio y cantidad en el mercado cambiario, algo que no es fácil de mantener por períodos largos sin que surjan mecanismos de evasión”, detalló Cavallo, quien agregó que estas restricciones también se aplican a operaciones financieras y transferencias internacionales, lo cual agrava aún más las distorsiones.