Las promesas del Presidente contrastan con los números fríos del INDEC. En Argentina, las mujeres están más desempleadas, cobran menos y casi no acceden a cargos ejecutivos. El ejemplo del INTA. Y una pálida: la brecha podría no cerrarse antes del año ¡2234!
“No podemos permitir que una mujer gane menos que un hombre. No es justo, no está bien. Tienen mi compromiso para que el salario igualitario, que establecen nuestras leyes, sea una realidad”. Con estas palabras, Mauricio Macri se sumó a la agenda de género instalada en la Argentina y el mundo, que se escuchará con fuerza este jueves 8 de marzo en todo el planeta.
Pero la paridad salarial parece un objetivo difícil de alcanzar en nuestro país. Es que, a pesar de lo que diga la Constitución Nacional, y de las buenas intenciones de los gobernantes de turno, que hombres y mujeres cobren lo mismo por igual tarea parece un objetivo cada vez más difícil de alcanzar.
Por estos días, en Argentina, las mujeres cobran —en promedio— un 27% menos que los hombres por hacer el mismo trabajo. Así lo revelan datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC en todo el país. Según los últimos datos de la EPH, medidos en el tercer trimestre del 2017, mientras un hombre gana $ 16.733 una mujer apenas recibe $ 12.366 por la misma tarea. Esa brecha se agranda y llega hasta el 35% mientras más crece la informalidad del empleo.
La desocupación también revela una situación dispar: entre los hombres hay un 8,7% de desempleo, mientras que cuando se mira el universo femenino la cifra sube al 10,3%, según la EPH.
Y aunque desde el Gobierno impulsan un proyecto de ley para que las empresas con más de 200 empleados se inscriban en un registro que permitirá igualar los salarios, por ahora son sólo expresiones de buenos deseos.
Es por esto, que mañana en ocasión del #8M muchas mujeres realizarán un paro activo en reclamo de mejores condiciones laborales y reclamando por la paridad salarial. Entre ellas, las mujeres del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), quienes elaboraron un informe que revela en que en los 61 años que tiene de vida esa institución nunca hubo una directora nacional, mientras que apenas hay una directora regional. Y del total de sus empleados sólo el 37% son mujeres.
Es sólo un ejemplo de cómo la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral parece haber ido en franco retroceso. El Global Gender Gap Report, un informe anual del Foro Económico Mundial, había dado a conocer en su último informe del 2017 un panorama desalentador: el pronóstico del Foro indica que la brecha salarial entre hombres y mujeres recién será zanjada en el año 2234. Este desesperanzador dato es aplicable a nivel global. Pero en Argentina los datos no son más alentadores: nuestro país es uno de los que menos mujeres tiene trabajando, según el Global Gender Gap Index: está en el puesto número 130 de los 145 países que integran el índice.
Gacetilla “Jornadas internacionales sobre Violencia de Género” 8 hombres. 3 mujeres. pic.twitter.com/Yw0WAbhvxd
— Sebastián Iñurrieta (@sinurrieta) 6 de marzo de 2018
En la Ciudad de Buenos Aires, además, sólo el 2,2% de los cargos directivos en las empresas son ocupados por mujeres, según el Sistema de Indicadores de Género que presentó hace poco el Gobierno porteño.
Los ejemplos sobran, pero por ahora lo que no abundan son ideas y políticas que nos permitan superar esta situación desigual entre hombres y mujeres en el mundo laboral. No es el único ámbito en el que ocurre, pero podría ser un punto de partida para lograr achicar la brecha.