El presidente Javier Milei está intentando avanzar en la privatización del gasoducto que conecta Vaca Muerta con Buenos Aires, y que juega un rol fundamental en el suministro de gas hacia Brasil. Así lo confirmó la Secretaría de Energía, que detalló las intenciones de la administración libertaria en torno a esta infraestructura estratégica.

En una entrevista, la secretaria de Energía Tettamanti aclaró que la privatización de esta obra forma parte de un proceso más amplio contemplado en la Ley Bases. “La empresa estaba en la lista para privatizar, y para hacerlo, primero tenés que empezar a desprenderte de los negocios”.

En ese sentido, María Tettamanti, expresó: “No tengo ninguna duda de que eso tiene que ser una concesión privada”. En referencia al gasoducto Perito Moreno, que actualmente está bajo control de la empresa estatal Enarsa.

Por su parte, la empresa Transformadora Gas del Sur (TGS), encargada de operar el gasoducto, presentó una iniciativa privada para ampliar su capacidad de transporte. La propuesta incluye una inversión de USD $500 millones y promete un ahorro anual de USD $567 millones en importaciones de gas.

Además, la ampliación aumentaría la capacidad de transporte de gas hasta los 21 millones de metros cúbicos diarios, beneficiando no solo el abastecimiento interno sino también el objetivo de convertirse en un proveedor clave para Brasil.

Este proyecto, declarado de interés público nacional mediante el decreto 1060, también busca facilitar la participación del sector privado en la expansión de la infraestructura. Tettamanti indicó que, con tarifas predecibles para los empresarios, se fomentará la competencia y la adquisición de capacidad de transporte.

El proceso de privatización del gasoducto será impulsado por un proceso licitatorio, donde TGS competirá con otras empresas interesadas. El decreto 1060, necesario para avanzar con la licitación, establece que este bien público debe ser declarado de interés nacional antes de abrir el proceso a la competencia.