El voto en el exterior, entre la fake news y la campaña desesperada

Para revertir la paliza electoral desde oficialismo comenzaron a incentivar el voto de los residentes en el exterior, pero en base a números equivocados. Aspiraban a sumar 1,5 millones de votos, pero hay menos de un tercio habilitados. Y el récord de votos afuera no supera los 20 mil. Catarata de consultas que llegan a Cancillería por el efecto viral de una estrategia fallida.
Por: Daniel Seifert @SeifertDaniel

Cimbronazo y desconcierto. Las dos palabras fueron repetidas en el oficialismo después de la contundente derrota de Mauricio Macri en las PASO, para intentar explicar el clima que se vive. El primer vocablo es obvio: ni propios ni extraños esperaban una diferencia de 15 puntos porcentuales entre la candidatura oficialista y la de Alberto Fernández, con el kirchnerismo y gran parte del peronismo en el Frente de Todos.

Pero es el segundo término el que define lo que empezó a pasar: desconcierto mostró el Presidente en su primera conferencia de prensa, en la que sus respuestas se leyeron como que un achaque de responsabilidades por la corrida cambiaria a los votantes. Macri debió pedir disculpas al día siguiente, acusar cansancio, cambiar el tono polarizador y lanzar una serie de medidas paliativas para intentar recomponer lazos con la clase media que le dio la espalda.

Detrás de ese desconcierto público hubo otros un poco más sutiles. En las oficinas de Jefatura de Gabinete donde se deciden las estrategias de campaña comenzaron a evaluarse pasos a seguir para intentar remontar una diferencia que parece en extremo difícil. Las primeras elucubraciones fueron obvias: seducir a los votantes de otros candidatos, como Roberto Lavagna, José Luis Espert o Juan José Gómez Centurión. Luego se comenzó a analizar que en el electorado de Fernández habría un porcentaje impreciso de voto bronca, es decir, personas que en elecciones anteriores apoyaron al oficialismo y quisieron mandar un mensaje en las PASO.

Pero alguien en esas reuniones tuvo una idea más: seducir a los argentinos que viven y votan en el exterior. Y allí comenzó una campaña que tiene destino de fiasco, porque parte de un error de cálculos. 

Es que la primera evaluación que se hizo es que existen un millón y medio de argentinos viviendo en el exterior y a ese número -que presumen mayoritariamente en favor de Macri, a razón de 8 de cada 10- comenzaron a convocar al voto. La idea, vía grupos de WhatsApp de funcionarios, bajó rápido a las reuniones de Gabinete que tanto en Nación, como en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires se realizaban el mismo lunes. 

Para el día siguiente, en cada dependencia de los tres distritos pilares del poder macrista se debatía el tema en reuniones de cargos intermedios y llegaban recomendaciones e instructivos digitales para incentivar el voto de “los extranjeros”. Tres fuentes de distintos distritos le confirmaron a #BORDER que en las reuniones de balance electoral del oficialismo de esta semana la idea del voto en el exterior fue planteada.  Ya para entonces eran varias las cuentas en redes sociales de militantes oficialistas y hasta de algunos periodistas que conjeturaban sobre el peso del electorado que reside afuera.

https://twitter.com/javiernavia/status/1161355470491279363

Pero el globo de ensayo puede que se haya pinchado antes de inflarse. Porque si bien, en rigor, la cifra de argentinos en el extranjero es cierta, sólo unos 370 mil están habilitados para votar -menos de un tercio del total- y ya no hay forma legal de que el número crezca. Porque, como sucede para las elecciones en el territorio nacional, existe un plazo límite para actualizar los padrones de 180 días previos a la votación. La fecha para incorporar un domicilio extranjero al DNI para poder integrarlos venció el 30 de abril pasado. Pero no sólo eso.

Según se explicita en el sitio de Cancillería, existe una modalidad de voto por correo postal en el exterior, pero para poder utilizarlo había que registrarse antes del 29 de julio. Los que no lo hicieron deberán ir el 27 de octubre, entre las 8 y las 18, al consulado o embajada que le corresponda. Muchos argentinos en el exterior no viven en las ciudades donde están las sedes diplomáticas y eso afecta al número de votantes que se presentan. Y mucho más de lo que se piensa.

Para dar un contexto, es mejor ver los datos. En las elecciones legislativas de 2017 se logró el récord de votantes en sedes diplomáticas en el exterior: fueron 14.006 votos en 135 sedes de representación argentina en el mundo y fue la mayor cantidad registrada desde que se instauró el sistema electoral en el extranjero en 1993.

La cifra entonces significó toda una hazaña. Fue casi un 29 por ciento más que los 10,870 votos registrados para las presidenciales de 2015. Para aquel balotaje, la cifra fue de 10.676 votantes. En el registro anterior, para las legislativas de 2013, se habían contabilizado apenas 3.942 sufragios.

Por más que las cifras vienen creciendo, nadie en Cancillería presume que pueda llegarse a los números que se alientan en las campañas virales del propio oficialismo. “Por más de que la tendencia es que el número sea mayor, que vote el total es prácticamente imposible, responden fuentes consultadas por #BORDER. 

Datos oficiales de votantes en el exterior (2013-2017).

Así y todo, la idea de reclutar a votantes en el exterior sigue -y seguirá- su efecto viral. Y ya repercutió en la propia Cancillería, donde se recibieron más de 900 consultas en un día. La mayoría, claro, recibió la respuesta que no esperaban: ya no hay tiempo para anotarse para votar afuera.

La catarata de mails a embajadas y a la Cancillería incluía pedidos de excepción para ser incorporados a los padrones o que directamente se reabrieran los mismos, como si fuera una norma administrativa y no una ley la que regula el sistema electoral. También se sumaban quejas porque los trámites para votar o cambiar el domicilio fueran presenciales. O preguntas sobre cómo votar si uno está de vacaciones en el exterior -para lo que rige la misma norma de excepción que estar a más de 500 kilómetros del distrito donde se está empadronado-. Y, en un abuso de comodidad tecnológica, se recibieron mails que directamente pretendían votar por correo electrónico.

Seguramente el pregón para que los argentinos en el exterior voten se seguirá viendo en redes y los instructivos se viralizarán en innumerables grupos de WhatsApp de militantes y familiares. Muchos creerán que hay gato encerrado y no que recibieron la consecuencia de la primera fakenews autoinducida y nacida desde los que organizan campañas. 

Como decíamos al principio. Desconcierto, hasta en las redes.

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