La tormenta financiera de la semana pasada, dicen varios operadores del mercado, ocurrió luego de que varios fondos internacionales decidieran no reinvertir en bonos argentinos los intereses por US$ 3.500 millones que habían cobrado por otros títulos locales. Como luego se vio, esto desencadenó en ventas masivas de bonos, una disparada del riesgo país -que llegó a superar los 1.000 puntos- y una nueva escalada del dólar hasta casi $ 47.
En este escenario de inestabilidad, hace rato que los operadores del mercado vienen pidiéndole al Gobierno que juegue como candidata presidencial a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, una de las de mejor imagen dentro del equipo oficial. El mercado quiere medidas concretas ante la fuerte erosión que viene teniendo la imagen del presidente Mauricio Macri por el freno económico, la alta inflación, aumentos tarifarios impopulares y una percepción de impericia del mandatario sobre cómo reencauzar las variables económicas.
En ese sentido, a medida que se desplomaban los bonos argentinos y escalaban el riesgo país y el dólar al cierre de la semana pasada, varios operadores de Wall Street comenzaron a decir en voz cada vez más alta que los tiempos políticos de Macri se estaban agotando. Y reclamaron que, ante el temor de un posible regreso del kirchnerismo, Vidal debía ser la figura a promover.
Para los inversores, un retorno del kirchnerismo significaría el regreso de reglas poco claras y arbitrarias que entorpecerían el normal funcionamiento de los mercados y la vuelta de la tan temida «inseguridad jurídica». Pero el principal temor es que una eventual victoria de CFK traiga el desconocimiento de deudas contraídas por el actual gobierno, como ya mostró por ejemplo la disputa judicial contra los «fondos buitre».
Además, aún cuando los futuros vencimientos de deuda sean manejables, nadie sabe si en 2020 los mercados volverán a ofrecer tasas aceptables para refinanciar los vencimientos. Esto considerando que el año próximo el FMI sólo prestará US$ 5.900 millones y el próximo gobierno necesitará buscar unos US$ 16.000 millones, la mayoría para refinanciar deuda.
En la misma sintonía que las aspiraciones de los inversores fue la reciente decisión del FMI de permitir al Banco Central vender dólares dentro de la banda cambiaria, algo que en la práctica significa el fin del esquema monetario vigente desde octubre. El organismo, igual que la Casa Blanca, hace la misma lectura que Wall Street: el mejor escenario para los próximos cuatro años es que Cambiemos sea reelecto (con Macri o Vidal a la cabeza) y evitar con el retorno de CFK un regreso de los populismos a Latinoamérica.
El razonamiento para permitir dar de baja de hecho el esquema de banda cambiaria es que si el triunfo de Cambiemos -sea quien sea el candidato- está atado a la calma cambiaria, entonces el BCRA debe tener las herramientas necesarias para garantizarla. Además, es necesario evitar que una nueva escalada de la divisa alimente la espiral inflacionaria con el llamado efecto «pass-through» (traslado a precios del alza del dólar), algo imprescindible para que el consumo repunte y Cambiemos pueda repuntar en las encuestas.
Pedidos por Vidal
En este escenario complicado para Macri, para los inversores lo único que importa es asegurar el resultado electoral para Cambiemos jugando en las elecciones al «as bajo la manga», María Eugenia Vidal, para impedir el temido regreso de CFK. No es que los inversores no reconozcan al Presidente como pro-mercado, pero consideran que sus imprecisiones sobre el rumbo económico, con un desacierto tras otro, hicieron caer tanto su imagen que ahora sólo queda jugar a la gobernadora para reencausar el curso del barco.
Casi todas las encuestas coinciden en que Vidal mide mucho mejor que Macri y que hasta le gana a Cristina por entre 5 y 10 puntos. Sin embargo, recientemente el propio Presidente se cerró a la posibilidad de jugar a «Mariú» asegurando que él era «el candidato» y que «el lugar de María Eugenia es la provincia de Buenos Aires». E incluso, algunas versiones sostienen que le dijo a algunos radicales que esto no lo decidía «por un ego personal», sino porque nada garantizaba que «María Eugenia gane la elección» si él se bajaba.
Pero no sólo en el mundo financiero apuntan a Vidal, sino también los empresarios. Las ovaciones que recibió la gobernadora la semana pasada durante su exposición ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción mostraron el deseo del establishment de que sea la candidata oficial. Unidos por el espanto de que vuelva Cristina, muchos hombres de negocios creen que sólo «Mariú» tiene resto para enfrentar en las urnas a la ex presidenta, ya sea porque las encuestas la siguen salvando de la fuerte caída del Gobierno o por el propio carisma que tiene la gobernadora.
Gobernadora leal
Sin embargo, la gobernadora viene resistiendo todas estas presiones y por ahora no quiere ni pensar en una candidatura. En ese sentido, el director de Research For Traders, Gustavo Neffa, aseguró a Border que «desde el momento en que la provincia decidió no desdoblar las elecciones, quedaba claro que iba a jugar alineada con la Nación».
Pese a esto, los hombres de negocios tienen esperanza de que Vidal pueda rever su postura si el propio Macri (acorralado por las encuestas) se lo pide o si Cristina finalmente no se presenta pero el peronismo consigue cierta unidad. La única variable que no incidiría en esta decisión sería una nueva crisis cambiaria, ya que eso, dicen en el oficialismo, arrastraría también a la propia gobernadora.
Sin embargo, otros analistas consideran que todavía es apresurado sacar conclusiones porque aún falta un largo mes para la definición de las candidaturas. «Hoy puede ser que el mercado pida la postulación de Vidal viendo que Macri está tan mal, pero hasta que se definan las candidaturas todavía el mercado puede estabilizarse y los inversores podrían volver a pedir la reelección, si bien es cierto que la imagen del Presidente se debilitó bastante», aseguró a Border el director de MB Inversiones, Diego Martínez Burzaco. A esto se suma, sostuvo por su parte Neffa, que jugar a Vidal como candidata dejaría «un flanco descubierto en la provincia de Buenos Aires, que podría caer en manos peronistas».
Por las dudas, los mercados vienen mirando también de reojo qué sucede con Roberto Lavagna, Sergio Massa y el peronismo, aunque hasta ahora ninguno despegó lo suficiente como para escapar a la «grieta» Macri-Cristina.