La exdiputada habló con #BORDER en referencia al fallo de la Corte Suprema de Justicia que beneficia a condenados por delitos de lesa humanidad y pidió respetarlo porque “es una decisión del Tribunal Supremo”. Sus críticas a Cristina. Una voz disonante en la defensa de los Derechos Humanos.
Graciela Fernández Mejide, exdiputada de la Nación y referente de Derechos Humanos se refirió al fallo de la Corte Suprema de Justicia que benefició al represor Luis Muiña. El encargado del equipo SWAT, protagonista de la desaparición forzada de personas en el Hospital Posadas, fue favorecido con la aplicación de la otrora ley 24.390, conocida popularmente como 2×1, por la que si un preso excedía los dos años de prisión preventiva sin condena, se contaba en adelante “por un día de prisión preventiva dos de prisión o uno de reclusión”.
La exministra de la Alianza estimó que serán muy pocos los condenados por lesa humanidad beneficiados por este fallo de la Corte, ya que la mayoría de los represores fueron enjuiciados de 2003 en adelante, cuando el Congreso derogó las leyes de Obediencia debida y Punto Final y el 2×1 había sido derogado. Según una nota publicada en Clarín “una minoría de 350” que siguen presos podría pedir este beneficio, sólo los condenados en el período 1994-2001, con la ley entonces vigente.
En diálogo telefónico con #BORDER Fernández Meijide prefirió resaltar que “por fin hay un Ejecutivo que no se mete con el Poder Judicial”, y destacó las palabras del ministro de Justicia, Germán Garavano, que dijo que la ley 24.390 “no me parece bueno aplicarla en ningún escenario», al mismo tiempo que la definió como «uno de los peores engendros» en materia judicial argentina.
Sobre la posición tomada por los jueces, la defensora de los Derechos Humanos rescató que “Lorenzetti y Maqueda siguen pensando igual que antes, cuando declararon imprescriptibles y no indultables los delitos de lesa humanidad» y, según Meijide, ayer votaron en consecuencia, rechazando la idea de beneficiar a Muiña. Los argumentos esgrimidos por estos dos jueces fueron que la desaparición de personas ‘es un delito permanente’. En el fallo, argumentaron que la persecución de responsables por delitos de lesa humanidad es «una política de Estado, afirmada por los tres poderes, en diversas épocas y constituye parte del contrato social de los argentinos».
En contraposición, Rosatti, Rosenkrantz y Highton de Nolasco, votaron por beneficiar a Muiña. Fernández Meijide intentó no meterse en la decisión personal de los jueces con una frase remanida de uso frecuente entre abogados: “La mitad de la biblioteca te da la razón y la mitad te contradice”.
No obstante, celebró la independencia de la Corte a la hora de fallar, incluso contra lo esperado, y a la vez criticó a la expresidenta Cristina Fernández Kirchner, que en su cuenta de Twitter (@CFKArgentina) publicó que “Este Fallo no se hubiera dado en el Gobierno anterior”. “Cristina consideraba que bajo su administración ellos manejaban la Corte, como creían hacer con el resto de los poderes”.
Este Fallo no se hubiera dado en el Gobierno anterior… pic.twitter.com/EVbsyzVEGY
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) May 3, 2017
Fue entonces cuando la entrevistada vertió su definición más polémica ante el fallo, al destacar la idea de que “ser defensora de los Derechos Humanos es defender los del más perverso, si yo no defiendo los derechos de los genocidas en realidad no soy una defensora de los DDHH”, cerró.
Por órdenes del genocida Reynaldo Bignone, Muiña formó parte del grupo que tomó el enorme predio del Hospital Posadas, en Morón, e instaló en la oficina del director, conocida como el Chalet, un centro de detención y tortura clandestino que tomaría ese nombre histórico. Fue condenado en 2011 a 13 años de prisión pero ya había sido beneficiado con la ley del 2×1, por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2. una decisión luego anulada por la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal. La decisión dividida de la Corte volvió a cambiar la decisión y recibió críticas casi unánimes de los referentes de los organismos de Derechos Humanos, que también cuestionaron al Presidente y su política frente al terrorismo de Estado. «De Macri nunca esperé que tuviera especial atención por los Derechos Humanos», dijo Fernández Meijide que, claro está, es una voz disonante y disidente.