Cuando escuché a la presidenta Cristina Kirchner contestarle a Cristine Lagarde durante su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas, me olvidé del INDEC. Pensé en el FMI, en las recetas que antaño nos hacían temblar y en los puntos «cucos» de Riesgo País. La pesada recurrencia a estar endeudados y el deber ser obedientes a sus repetidas recetas.
Hay malos que son tan malos que es imposible no oponerse a ellos. Con el Fondo, a muchos argentinos nos sucede eso. ¿Quién no razona, en ese sentido, como Cristina Kirchner y tiene ganas de preguntarle a Lagarde frente a todo el mundo cómo fue que evaluó prestarles a los países que ahora no tienen capacidad de pago, como Grecia o España?.
Sería entonces, por el background del juez de campo que carece de peso la tal «tarjeta roja» que nos han sacado.
Pero ¿qué pasa con los que no son famosos malos y también cayeron en el camino de dibujar las estadísticas del INDEC?.
Como les sucedió a los técnicos de carrera expulsados del instituto, a los encuestadores privados castigados con multas de hasta 500 mil pesos y hasta a los expertos de cinco universidades nacionales convocados por el Ministerio de Economía para auditar los índices.
También les llegó el peine a las provincias que elaboraban su propio índice de precios. Tal como enumera en su web la Asociación de Consumidores Libres que conduce Héctor Polino, «la arremetida contra las provincias que medían en forma independiente la inflación y que arrojaban subas que duplicaban y hasta triplicaban los indicies del INDEC generó tal presión que dio como resultado que en fila india dejaran de medir Mendoza, Salta, Jujuy, Chaco, Entre Ríos y Río Negro».
Despues, les tocó a esta asociación que trabaja hace 20 años monitoreando precios.
Hoy en Wake Up, Delta, entrevisté a Polino y acá van algunos de los conceptos que me parecen más piolas.
«No son 16 pesos lo que cuesta que una familia de cuatro integrantes coma por día, sino 220, pero los índices están tergiversados porque los miden en base a los que slaen las cosas en el Mercado Central y la gran mayoría del país no compra ahí».
-¿No le llamó la atención que Alfredo Coto haya dado una entrevista la semana pasada en la que sólo expresó elogios al gobierno, siendo el supermercadista más importantes del país?..
-¿Cómo no va a ser oficialista Coto si jamás han obtenido el nivel de rentabilidad que tienen ahora? Mire, por ejemplo, lo que pasó con la yerba el año pasado. El 12 de abril de este año le aumentaron al peón yerbatero el 89 por ciento la mano de obra. Resulta que el día 14 de abril, con un día de por medio, aumentaron la yerba que estaba en las góndolas un 100 por ciento; cuando, de acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de la Yerba Mate, habían 150 mil toneladas de yerba mate elaboradas, industrializadas, empaquetadas y en depósitos. Eso alcanzaba para abastecer al mercado hasta el mes de diciembre de este año.”
La ONG que preside Polino midió que la inflación acumulada de enero a agosto y el cálculo dió un incremento de precios del 17,53 por ciento. Tras la difusión de esos datos, el gobierno les aplicó una suspensión temporaria.
La suspensión todavía está vigente. La ONG dejó de funcionar, tras 20 años de trayectoria.
Más allá de los discursos, el reclamo por la normalización de los índices del INDEC no viene de afuera. Acá en casa, el río también suena fuerte.