Se trata de Raúl Argañaraz, quien durante 7 años ocupó cargos en ENARSA, FADeA y Aerolíneas. La Oficina Anticorrupción lo denunció y pidió que lo indaguen por “omisión maliciosa”. La Justicia lo investiga por “enriquecimiento ilícito”. Exclusivo de #BORDER.
Lo que no se puede decir de Raúl Argañaraz es que, como funcionario público, no haya sido perseverante. El tema es para qué: durante 7 años, el funcionario del riñón del ex ministro de Planificación Julio De Vido decidió violar la ley en, al menos, diez oportunidades al negarse a presentar las Declaraciones Juradas de Bienes (DDJJ), obligatorias al ocupar cargos públicos, al momento de asumir, durante cada año en la función y al dejarla.
Este inédito caso récord llevó a la Oficina Anticorrupción (OA), liderada por Laura Alonso, a pedir que Argañaraz sea llamado a declaración indagatoria por el delito de “omisión maliciosa”, en una causa que desde 2013 tramita el juez Julián Ercolini, en la que, además, se investiga a Argañaraz por presunto enriquecimiento ilícito.
Hasta ese año, Argañaraz fue otra de las tantas «manos derechas» que De Vido tuvo en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, en distintas dependencias estatales. Arrancó en 2007 como gerente de Administración y Finanzas de la empresa energética estatal ENARSA. Allí fue salpicado por el escándalo de la valija con 800 mil dólares de Antonini Wilson. Argañaraz fue el encargado de firmar el alquiler del avión Cessna que trasladó al venezolano a la Argentina junto a otro funcionario devidista de paladar negro: el señor de los “peajes” y ex titular del OCCOVI, Claudio Uberti.
En paralelo, el funcionario récord de incumplimientos a la Ley de Ética Pública fue director titular por acciones Clase “A” en Aerolíneas Argentinas, un cargo ad honorem pero que no exime de la presentación de DDJJ. Luego, De Vido le dio la misión de ser presidente de otra empresa estatal: FADeA, la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín, ubicada en Córdoba. Si bien la fábrica dependía y depende del Ministerio de Defensa, el superministro De Vido fue un interventor virtual de temas sensibles durante la gestión de Arturo Puricelli. Argañaraz la comandó FAdeA hasta 2013, cuando el entonces ministro Agustín Rossi le aceptó la renuncia.
El funcionario siempre cultivó el perfil bajo pero quedó expuesto cuando trascendió una polémica contratación en favor de la actriz y militante Florencia Peña, por un charla. No sólo las DDJJ de Argañaraz suman cero: desde 2008, la fábrica de aviones estatal no construyó ni una nave.
“Argañaraz ha demostrado tener una actitud totalmente reñida con la transparencia que debe caracterizar las conductas de los funcionarios públicos. Y su persistente negativa a cumplir con la obligación de presentar las declaraciones juradas durante años no hace más que revelar el desprecio con que ha encarado este tema sin ningún interés por la claridad que debe caracterizar la gestión de los asuntos de Estado”, especifican los técnicos de la OA en el pedido de indagatoria para Argañaraz que presentaron en el juzgado de Ercolini el 4 de mayo pasado y al que #BORDER accedió en exclusiva. El carácter “malicioso” de la omisión no es una adjetivación. En el escrito se explica que el término es “equivalente a la exigencia de que la omisión o falsedad tuvieran el sentido de eludir alguno de los controles que se deban ejercer a través de las declaraciones juradas patrimoniales”. Es decir, el funcionario evitó adrede controles.
Con el cambio de Gobierno, el “caso Argañaraz”, como lo llaman lo investigadores de la OA por su insólito record, volvió a tener fuerza en la Justicia, ahora con el ente como querellante. El antecesor de Alonso, el kirchnerista Julio Vitobello, había instalado en el organismo de control una política de “no molestar”, pero el caso era tan grosero que debió llevarlo a la justicia a fines de 2013, cuando Argañaraz no ocupaba ningún puesto y sin darle demasiada publicidad al tema.
Así y todo los investigadores de carrera de la OA avanzaron año tras año para reclamarle, intimarlo y notificarlo de las intimaciones, cada vez que el funcionario incumplió sus deberes. Y fueron muchas. Argañaraz adeuda las DDJJ de alta como funcionario en 2007 y por el cambio de cargo en 2011, las anuales entre 2007 y 2013 y las de baja en la función del último año.
Luego de constantes intentos administrativos infructuosos, la OA recurrió dos veces a la delegación San Martín de la Policía Federal para que Argañaraz fuera notificado de su falta/delito en persona. También forzó al área de Recursos Humanos de FADeA a que labre un acta de intimación y la entregue en mano. Y hasta le envió una carta documento a su domicilio, en el municipio de Malvinas Argentinas, que recibió su esposa. Cada notificación fue sumada a la causa judicial.
Así y todo, la OA no ha recibido aún notificaciones de intimación por parte del área de Recursos Humanos del Ministerio de Economía, un tecnicismo que demora la posibilidad denunciar al ahora ex funcionario parcialmente, por incumplimientos entre 2009 y 2011.
El incumplimiento no es menor: la OA no sólo utiliza las DDJJ para analizar presuntos casos de enriquecimiento ilícito -como en Argañaraz-, sino para dilucidar conflictos de intereses o superposición ilegal de cargas públicas. La presentación completa ante el juzgado de Ercolini puede verse aquí:
La OA también había denunciado a Argañaraz por presunta administración fraudulenta, irregularidades y desmanejos financieros en proyectos que calificaron “faraónicos” y de resultados truncos como:
- El desarrollo en el país del prototipo chino de helicóptero CZ-11.
- Un proyecto para cambiar los asientos eyectables de los modelos previos de aviones Pampa, por otros que no encajaban en la cabina de dichas aeronaves.
- El plan de alargar la vida útil de los aviones Beechcraft / FMA B-45 Mentor y su rotundo fracaso.
- El proyecto inacabado de producción de piezas para el avión KC-390 de Embraer.
Por más que los números lo desmientan, Argañaraz se fue de FADeA considerando que la reconstruyó «prácticamente desde sus cenizas», como se lo escucha en este video:
El hombre de De Vido también comparte una mancha con su mentor político: fue mencionado por dos arrepentidos en Brasil, que revelaron compras de gasoil de ENARSA a Petrobras con sobreprecios del 70 por ciento. Los pagos los firmó Argañaraz.
Cero aviones fabricados. Cero declaraciones juradas presentadas. Argañaraz parece un espectro en el entorno de De Vido, un lugar donde todos parecen estar espantados por otro fantasma: el de las causas de corrupción que se acumulan.