La banda amiga de Boudou facturó sus participaciones en recitales del 2015 en el programa “Verano de Emociones”, a través de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Las cifras se suman a los pagos realizados por Cultura, que derivaron en una causa judicial en la que funcionarios K e integrantes de la banda están imputados. La mira se amplía a De Vido. Irregularidades y la recomendación camporista.
La banda es fiel a su amigo otrora poderoso. Mientras Amado Boudou se presentaba en el primer juicio que debe enfrentar tras su paso por la gestión pública -un cargo menor ante sospechas de corrupción como el caso Ciccone-, Manu Quieto y Matías Sobrado le hacían el aguante en los tribunales. El cantante y el tecladista de La Mancha de Rolando fueron parte de la pequeña troupe que fue a respaldar al ex vicepresidente en su derrotero judicial. Tal vez, el gesto cuaje en la máxima de la amistad que dicta “hoy por tí, mañana por mí”.
Es que los músicos están imputados en una causa que investiga irregularidades en las contrataciones para show oficiales de la banda durante la vicepresidencia de Boudou, una investigación que surgió a raíz de este trabajo de #BORDER donde se expusieron los contratos que favorecieron a la banda y las órdenes de pago por más de 5 millones de pesos otorgadas en su favor por el Ministerio de Cultura.
Por esa razón, tras una investigación preliminar del fiscal Federico Delgado, el juez federal Sergio Torres tramita la causa en la que Quieto y Francisco Barreiro, guitarrista de la banda, están imputados -junto a su ex mánager, Cristian Faga-, por integrar (o haber integrado) las sociedades favorecidas por los contratos para realizar shows oficiales, del mismo modo que lo están ex funcionarios K como el secretario Jorge Coscia y la ex ministra Teresa Parodi, por las irregularidades en esas contrataciones.
La lista de imputados podría ampliarse hasta llegar a De Vido. Es que a través de un pedido de acceso a la información pública, desde #BORDER descubrimos más contratos que favorecieron a La Mancha de Rolando, en este caso, con un recurso habitual del gobierno kirchnerista para triangular fondos públicos y evitar la rigurosidad de controles y auditorías.
Se trata de un pago por $1.080.000 realizado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) por la realización de seis recitales en 2015, con fondos provenientes del Ministerio de Planificación Federal a cargo del entonces ministro Julio De Vido, derivados mediante la firma de convenios. Según debió informar la UNTREF, la contratación se registró en el Expediente 200/15, fechado el 9 de enero de 2015, por la realización de los seis shows que se montaron en fechas posteriores a la contratación. Si bien la Universidad se negó a informar mayores precisiones, #BORDER pudo constatar que al menos cinco de los shows oficiales corresponderían al programa “Verano de Emociones”, realizados el 24 de enero en Mar del Plata -tierra de Boudou-: el 5 de febrero en San Marcos Sierra, Córdoba; el 7 en Las Grutas, Río Negro; , el 14 de febrero San Rafael, Mendoza y el 22, en Ezeiza. El sexto recital que informa la Universidad no pudo ser determinado.
En la primera fecha, Manu Quieto había generado controversias desde el escenario, al sostener: “Cuando prendan la tele no le hagan caso, no sean boludos, no marchen por cualquier cosa. Hay que cuidar la democracia, no hagan caso a los medios que les mienten”. Un discurso similar al que Quieto utiliza para responder a la investigación de #BORDER en redes sociales.
La facturación de esos shows se hizo a través de la empresa Igor Argentina SRL, cuyo directorio actualmente comparten Quieto y Barreiro y al momento de la contratación, también el ex mánager Faga.
Esa misma firma se había utilizado para canalizar una orden de pago por una cantidad de shows no especificada, parte de los programas “Maravillosa Música” y “Festivales para Todos”, según datos obtenidos por #BORDER con un pedido previo de información al Ministerio de Cultura. La respuesta oficial ante este medio había detallado que por 2015 se habían facturado $1.260.000, pero la cifra sufrió un error involuntario en la información. En rigor, por esos shows, Cultura iba a pagar $2.160.000. Mediante el expediente 18933/15 La Mancha de Rolando intentó cobrar eso ocho días antes del cambio de Gobierno, con Macri ya electo y Boudou armando sus valijas. Una funcionaria de Cultura llegó a autorizar esa contratación directa mediante la Resolución 2545 fechada el 2 de diciembre de 2015. Pero tras la requisitoria de información de #BORDER en marzo de 2016 la orden de pago fue cuestionada por las nuevas autoridades “habida cuenta del impacto presupuestario que implicaría la erogación prevista en la orden de compra, que no habiendo sido sufragada oportunamente sobre el presupuesto 2015, generaría un stress inmovilizante sobre la disponibilidad presupuestaria (y por ello) se eleva a la máxima autoridad política a los fines de establecer el temperamento a seguir”, según documentación que el fiscal Delgado incorporó en su denuncia.
Finalmente, el 31 de agosto pasado, la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio dictaminó que “no están dados los requisitos para proceder al pago de las facturas”, al detectarse tachaduras y enmiendas en las páginas del expediente donde deberían figurar la cantidad y detalles de los shows supuestamente realizados por La Mancha de Rolando.
El fiscal Delgado detectó un sinnúmero de irregularidades en las contrataciones: pagos casi a contrarrembolso, rendiciones de cuenta que llegaban antes de los actos administrativos que debían definir la contratación, facturaciones imprecisas y excusas para contratar de manera urgente a la banda. En ese sentido, también se aportaron a la causa cartas para apurar las contrataciones. Fue el caso del pedido de la diputada María Luz Alonso, para que la banda participara en la Fiesta Nacional de la Ganadería del Oeste Pampeano, el 27 de enero de 2013, en la ciudad de Victorica.
Alonso, pampeana e integrante de La Cámpora, es quien cobijó a un pariente político de Máximo Kirchner en el Congreso y sus boletas electorales fueron impresas en Ciccone, según consta como prueba en la causa.. El testigo que ya declaró en la causa sostuvo que hubo pagos en efectivo a la banda de miembros de esa agrupación política que trabajaban para Cultura. Otros referentes, como Juan Cabandié, solían participar en los shows.
La Justicia deberá determinar si incluso hubo un intento de facturar por dos vías el mismo recital, como el caso de la fecha en Mar del Plata que fue anunciada como parte de “Verano de Emociones” y a la vez, como cierre de una fecha del concurso de bandas “Maravillosa Música”, el primero facturado a la UNTREF y el segundo, incluído en el intento de cobro ante Cultura. De haberse pagado, La Mancha de Rolando hubiese cobrado más de 3 millones de pesos en un año, es decir, una cifra similar a la que la Justicia investiga por todas sus contrataciones durante la vicepresidencia de Boudou.
No es un dato menor: ya un testigo clave en la causa, que habló en exclusiva con #BORDER, había detallado que sólo en siete meses de 2013 La Mancha de Rolando había realizado más de 30 recitales, casi todos oficiales y sin que aún se sepa cómo se facturaron. La investigación preliminar detectó esa misma cifra de contrataciones durante toda la gestión de Boudou. Y ahora #BORDER suma seis recitales más. El testigo, un ex empleado de la banda también detalló los manejos y ostentación de Quieto, quien podía comprar guitarras por Ebay, una camioneta de colección en una gira y hasta un micro para los tours de la banda, además de consultarle a Boudou por las reformas del costosísimo estudio de la banda, conocido como Del Cielito Records.
Los pagos mediante la UNTREF fueron parte de un convenio que De Vido firmó, como lo hizo en otros casos para hacer novelas. Según informó el sitio Infobae, la Universidad recibió 19,2 millones de pesos para los recitales denominados “Verano” y otros 19,5 millones de pesos para el programa “Festivales para Todos”, en el que La Mancha de Rolando también participó, sin ser informados pagos desde la Universidad.
La cifra total de shows oficiales es aún un misterio perdido en las marañas burocráticas del Estado. Los millones totales cobrados por la banda, también. Tal vez Boudou deba devolver el favor de visitar a sus amigos, cuando sean convocados por la Justicia.