La explotación petrolera comienza a ser una incógnita en el Gobierno luego de que las personas apuntadas por el presidente Alberto Fernández todavía no revelaron cuáles son las intenciones del Ejecutivo con respecto al sector. Sin embargo, a la par, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, avanza con su intención de integrar la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) para poder tener mayor presión, y caja, en la política hidrocarburífera.

Esa situación, de silencio en la Rosada y de avanzada en la Gobernación, generan aún más dudas en el sector que sí mantiene diálogo creciente con el secretario de Energía, Sergio Lanzani, que en las últimas semanas tuvo que recurrir directamente a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para quejarse del poco margen de maniobra que tiene. Este lunes se presentó el proyecto oficial para Vaca Muerta, del cual incluso fuentes de la cámara empresarial no tuvieron hasta hoy ni siquiera los mínimos lineamientos básicos.

La situación en Agnelo -en la provincia de Neuquén- se encuentra en un estado crítico luego de las últimas medidas del ex presidente Mauricio Macri y del actual Alberto Fernández. La inversión para el 2020 bajó considerablemente luego del congelamiento de tarifas del año pasado y, con el escenario actual y los precios internacionales a la baja por las consecuencias financieras del coronavirius, algunas casas matrices de las inversoras se niegan a autorizar una suba en la inyección de capital.

Esa situación afecta no solamente a las arcas provinciales sino también a toda la cadena de pagos. “La facturación que hacemos ahora no llega ni a la mitad de la del año pasado y ni que hablar con 2018”, le dijo a BORDER el dueño de una empresa prestadora de servicios que tiene a Pluspetrol (Techint) como su principal cliente.

A eso se le suma la situación con la OPEC y el precio del barril de petróleo que cayó más del 20% con lo que se acercó al mayor derrumbe en términos porcentuales desde la guerra del Golfo en 1991.

Pero no sólo eso, en la Casa Rosada procuran no ocultar esa situación. “La lógica va a ser que la propiedad no esté en Vaca Muerta, sino en la producción convencional”, aceptó una alta fuente oficial que remarcó que cuando se puso en debate esa cuestión dentro del Gobierno se sinceraron sobre que la exploración tradicional tiene un tinte cortoplasista.

“Es mucha la plata que se tiene que invertir para que se logre reactivar después de un parate fuerte, agregó la misma fuente. Mientras tanto Lanzani viene desarrollando una intensa agenda en la que recibe a todas las petroleras y empresas del sector. Sin embargo, aún con la buena intención del funcionario por mostrarse conciliador, Fernández de Kirchner centraliza todo en su órbita.

Es por eso que hay tanto hermetismo, según pudo saber este medio, con respecto al proyecto de ley que se presentará esta semana. Incluso hay quienes dudan que el ministro de Producción, Matías Kulfas, haya tenido alguna injerencia en el documento. Justamente esa falta de dialogo es lo que más preocupa, por estas horas, a muchas de las provincias petroleras. “No se generan acuerdos previos, lo que es muy raro”, agregó un directivo de una empresa del sector.

Justamente uno de los personajes a los cuales Fernández de Kirchner comenzó a pedirle ayuda para la elaboración del texto es el ex presidente de YPF, Miguel Ángel Galluccio, que habría sido convocado como consultor externo.

“No es sólo de Vaca Muerta, es una ley para todo el sector de hidrocarburos. Eso incluye a los no convencionales (Vaca Muerta) pero también a los convencionales (recuperación secundaria y terciaria incluidos) y al off shore”, explican desde el Ministerio de Producción.

“Ya sufrimos los atropellos kirchneristas cuando se pagaba el gas proveniente de los barcos de De Vido seis veces más de los que le pagan a un productor interno o cuando fijaron el precio del barril de petróleo un 50% menos de lo que valía en el mercado internacional. Luego del congelamiento de las tarifas, el gobierno nacional anunció el subsidio a Edenor y a Edesur, dejando a fuera a todas las cooperativas del interior del país, olvidándose del federalismo, y con el silencio cómplice de los gobernadores”, le dijo BORDER la legisladora de la provincia de Neuquén, Leticia Esteves, que adelantó que se llevará adelante el lunes una manifestación para reclamar mayor información con la política de hidrocarburos.

En ese escenario de incertidumbre, Fernández apuesta a que Kicillof logre desembarcar en el OFEPHI, una ambición histórica de la provincia de Buenos Aires. El argumento es el mismo que sostuvieron algunos de sus predecesores, sobre todo en la década de 1990. Es que en Buenos Aires se refina más del 70% de todo el petróleo que se produce en Argentina. “Si vamos a ese punto, suele salir el que se exporta desde el puerto de Buenos Aires, entonces la Ciudad también podría pedir ingresar al organismo”, manifestó una fuente de la Patagonia al tanto de la situación.

Kicillof de esta forma tendría dos cartas de lograr su empresa. La primera es que, teniendo en cuenta los antecedentes de la OFEPHI, podría hacerse de algunas regalías y presión de cara a lo que serían las nuevas regulaciones. Asimismo el gobernador volvería a estar en el centro de la escena y con injerencia en las políticas de ese sector, algo que disfrutó durante su pase como ministro de Economía.

No por nada las propias empresas empezaron a remarcar que buscarán evitar que eso suceda. Una incógnita será lo que hará YPF que durante la gestión de Kicillof en Economía pasó a perder la mitad de su valor por algunas decisiones de Kicillof.

El Presidente, por su parte, dejaría contento al kirchnerismo duro y además podría tener un hombre “suyo” en la OFEPHI que le sería útil en este nuevo proceso de revitalización de esa organización después de su debilitamiento en 2008.