US$ 2.000.000.000. La cifra así escrita es impresionante.
Dos mil millones de dólares es el número al que llegaron los investigadores de la Unidad de Información Financiera (UIF) luego de cruzar información propia con la que consta en causas judiciales que involucran a Lázaro Báez. Un trabajo que llevó meses y que llegó a establecer ese monto como el que habría sido lavado por el empresario kirchnerista.
Báez no fue cualquier empresario en tiempos K. Fue creado como tal días antes de que Néstor Kirchner llegara a la Casa Rosada y sus negocios crecieron exponencialmente, amparados por la venia y la connivencia oficial.
El propio titular de la UIF, Mariano Federici, reveló que el otrora cajero bancario tenía un patrimonio menor al millón de pesos en 2002 y concluyó el 2014 con una declaración de bienes personales de 135 millones de pesos. Y que su empresa insignia, Austral Construcciones, inició en 2003 con un patrimonio de un millón de pesos, para cerrar el 2015 con 600 millones de pesos. Así y todo, el dato de los sabuesos antilavado no deja de ser una cifra sideral para el desfalco que se habría canalizado por apenas un individuo y sus empresas.
Y también es un desafío: los investigadores antilavado saben que ese número es el techo aspiracional que intentarán recuperar para el Estado. Las fuentes del organismo se excusan en ese aspecto, que es un proceso lento y lleno de trabas administrativas y judiciales: “Báez todavía no tiene condenas y si bien se han recuperado algunos bienes, es difícil establecer cuánto, porque las acciones también dependen de abogados, algunos sin vínculos con la UIF, que tampoco tabulan esos datos”.
Ante las cifras obtenidas por la UIF, el Gobierno fue rápido de reflejos para mandar a calcular lo que ese dinero representa. La tarea quedó en manos del Ministerio de Producción que comanda Dante Sica y contó con aportes de otros organismos públicos.
Así llegaron a la conclusión de que los 2 mil millones de dólares que se lavaron en manos de Báez podrían representar las siguientes obras:
- Con un cuarto de esos fondos se podría haber terminado la obra de reforma del puerto de Buenos Aires, de acuerdo a los montos fijados en el proyecto vigente.
- Con otro cuarto, se podrían haber adjudicado 15.333 créditos hipotecarios, tomando como base el promedio otorgado por el Banco Nación.
- La construcción de tres hospitales del tamaño del Clínicas se podría haber fondeado con el 30 por ciento de la cifra del lavado.
- Con un 10 por ciento se podrían haber reformado 8 aeropuertos como se hizo con el de San Miguel de Tucumán.
- El 10 por ciento restante podría significar la instalación de 409 centros de atención integral, según calcula Jefatura de Gabinete.
La fortuna personal de Báez y el emporio que logró armar a través de sus empresas, en especial Austral Construcciones, hoy en quiebra, están casi determinados en su totalidad para los investigadores. Allí se suman más de 400 propiedades en todo el país -desde estancias en el sur hasta departamentos en la costa bonaerense y en Buenos Aires- y más de 900 vehículos -entre autos de lujo, utilitarios y maquinaria-.
Entre estos últimos figuraban tres aviones: uno que se incendió y su seguro fue cobrado y depositado en “la cuenta Causa Báez”, una caja de ahorros en dólares en el Banco Nación, bajo tutela judicial, que acumula los valores de los bienes rematados o en control del Estado. Los otros dos habían sido ploteados para ser utilizados por fuerzas de seguridad, pero como su mantenimiento era costoso, serán rematados en junio próximo.
La gran mayoría de los tractores, camiones y otras maquinarias que estaban aptos para funcionar fueron derivados a Vialidad Nacional, a la Fuerza Aérea o a la municipalidad de Río Gallegos para su uso. Y hasta el libro “La razón de mi vida” firmado por su autora Eva Perón que le fuera incautado en un allanamiento permanece en la Biblioteca Nacional.
La UIF logró congelar cuentas bancarias de Báez, su familia y sus empresas en el exterior e incluso lograr la repatriación de fondos desde Suiza. El año pasado, descubrieron dos cuentas ocultas en Bahamas con 3 millones de euros, que fueron inmovilizados con una gestión ante la corte del país caribeño.
Paradojas del destino: el mismo día que arrancó el juicio por el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, el juzgado que lleva la quiebra de Austral Construcciones decidió rematar cuatro autos de lujo de Báez y poner en venta un inmueble en Río Gallegos.
Para los investigadores, en esa causa se investiga el delito precedente del lavado de activos en el que la UIF tiene competencia y por eso es querellante. “De ahí sacaron la plata del Estado”, grafican. En la causa de la Ruta del dinero K se lo acusa por el lavado propiamente dicho, en el circuito financiero internacional y en las causas Hotesur y Los Sauces se cerraría el círculo: los fondos volviendo a la familia Kirchner a través de alquileres y hospedajes de hoteles.
En la UIF estiman que la corrupción global en tiempos K ascendió a los 500 mil millones de dólares. Cifras siderales que empiezan a tomar forma y tener nombres propios. Faltan las condenas.