El pase de la candidata al Parlasur massista a las huestes de Scioli se suma a una lista frondosa de traiciones políticas. Tan insólitas como su declaración jurada.
Persona que pasa de una ideología o colectividad a otra.
Militar que cambia de bando en tiempo de conflicto.
Así define la Real Academia Española el término tránsfuga.
De ser necesarios, la política argentina podría aportar suficientes ejemplos como para engrosar varios tomos del diccionario en esta materia, tan habitual en la arena nacional. Es más. Podría sumar hasta verbos, como borocotizarse, un disvalor en honor a uno de los casos vernáculos más insólitos. El caso de Mónica López puso en escena, nuevamente, a esta colectividad de saltimbanquis, equilibristas del discurso y acróbatas políticos que siempre quieren caer parados, aunque no siempre pueden. Apurados para borrar lo que escribieron y olvidar lo que dijeron, los políticos transmutan de formas increíbles. #BORDER selecciona un #TopTen de casos conmocionantes, con la arbitrariedad que el tema merece. Y no se pierdan el #BONUSTRACK: la insólita declaración jurada López, la extravagante candidata.
Puesto 10:
La diputada provincial Mónica López fue, tal vez, la más virulenta crítica de la gestión de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. Hasta llegó a hacerle una denuncia penal por incumplimiento de los deberes de funcionario público, tras la trágica inundación en La Plata.
https://www.youtube.com/watch?v=mBRok_wR1L8
López fue una de las fundadoras del Frente Renovador de Sergio Massa y su esposo, el sindicalista petrolero Alberto Roberti es el jefe de la bancada de diputados nacionales de ese espacio y hoy hace malabares para sostener su lugar. Pero esta semana, foto con Scioli mediante, saltó el charco y usó la escupidera: le pidió disculpas al candidato oficialista y a otro tema. En el apuro, no llegó ni a borrar sus furibundos tuits.
La transfugueada de López es notable. Tal vez sus inicios con Francisco De Narváez, el empresario que coqueteó con todos los candidatos y hoy desapareció misteriosamente de escena, le preconfiguraron su destino. Ella misma tildó de “topo” a su ex líder cuando bajó su candidatura a gobernador. De Narváez debe estar riéndose ahora.
López llevó al transfuguismo a un caso extremo: era la candidata de Massa en las listas del Parlasur en las próximas elecciones. ¿Cómo solucionar tamaño dislate? Simple: dijo que ni se votaría a ella misma y tuiteó: “No creo en el discurso que nos hace elegir entre la gente y el Cambio (sic)”. Y así nomás, cambió de bando.
Puesto 9:
La RAE tiene otra acepción para tránsfuga: “Persona que con un cargo público no abandona éste al separarse del partido que lo presentó como candidato”. La definición parece a medida de Cobos, el vicepresidente que hizo el “voto no positivo” en contra de la resolución 125 y de su propio Gobierno y se mantuvo en el cargo, casi como un paria y como el símbolo de la traición para el kirchnerismo. Entonces se pensaba que podría hasta ser el sucesor de CFK, pero la Presidenta fue reelecta cómodamente y la estrella de Cobos se fue apagando. Hoy su influencia se reduce a su Mendoza natal, en el armado de Cambiemos. Y como diputado impulsa la figura del “arrepentido”.
Puesto 8:
Para Elisa Carrió fue “el joven que le arrancó todo”. Así de dramática fue la ida del lilito Pérez a las huestes de Massa, luego de ser el vice de la Coalición Cívica que arañó el 1% de los votos. El diputado había sido un colaborador de las investigaciones de Carrió desde 1996, hasta llegar a la cúpula de todos los partidos que armó Carrió. Pero igual pegó el portazo. Hoy es candidato de Massa para intendente de Vicente López.
https://www.youtube.com/watch?v=3DZq4HD1OJQ
Puesto 7:
Militó con Reutemann. Se fue del kirchnerismo con el conflicto del campo y fundó Pampa Sur. Fue de las más furibundas defensoras del campo, pero se sintió eclipsada por la Mesa de Enlace. Coqueteó con el PRO pero… asumió como la secretaria de Integración Nacional de Cristina Fernández, cargo que sostiene hasta hoy. En esta insólita y fabulosa entrevista, ella misma se define: «La carrera política de Alarcón tiene coherencia. Empezó pidiendo por el boleto estudiantil porque cualquier colectivo la deja bien«.
Puesto 6:
El ex ministro de Economía de Duhalde y de Kirchner hoy es una de las figuras del armado de Massa. Pero esos cambios son un detalle. Su mayor salto fue el pacto que selló con Kirchner. Luego de que Cristina fuera elegida presidenta, Lavagna se reunió en Olivos con Néstor y suscribieron un acuerdo por el PJ que, las vueltas de la vida, fue primicia de Clarín. Lavagna había quedado tercero en las elecciones presidenciales, con un armado de radicales y peronistas antiK.
Puesto 5:
Juan José Álvarez es un dirigente histórico del peronismo bonaerense y como tal, estuvo con todos. Lo increíble, en su caso, es que no hace mucho, era el jefe de campaña de Sergio Massa y hoy apoya a Scioli, cuando el kirchnerismo revolvió su pasado como espía de la SIDE, en un recordado carpetazo político en 2006. Álvarez compartió la foto que blanqueó el pase de Mónica López.
Puesto 4:
Otra baja de Elisa Carrió. Tal vez la más importante. Y, para ella, la más imperdonable. Su capacidad como investigadora de la corrupción le dio el mote de “la hormiguita”, pero tras controlar codo a codo con Carrió la corrupción menemista, Ocaña dio el salto. Con el aval de Alberto Fernández -que la hacía confrontar públicamente con su ex aliada-, asumió en el PAMI y luego, ya con Cristina, como ministra de Salud. Para Carrió se volvió su “Judas”. Siempre mantuvo su enfrentamiento con el sindicalismo, en especial con Moyano. Por eso, dio un portazo y volvió a la oposición, en una extraño acercamiento a De Narváez. Las vueltas de la política la hallaron compitiendo en una interna con Lousteau, el candidato que apoyaba su ex líder en la Capital.
Puesto 3:
El inefable Othacehé gobernó Merlo durante 24 años y fue oficialista de todos. Hasta para Cristina, que lo llamaba cariñosamente “Vasco”. Pero todo cambió cuando el barón del conurbano fue el primero de su clase en apoyar a Massa, en 2014. Este año se arrepintió y volvió con Scioli, pero Cristina no lo perdonó: debió competir en una interna con un candidato de La Cámpora y perdió. Y ahora su eterna intendencia podría quedar en manos del PRO.
Puesto 2:
Fue el último caso fugaz. Líder de la agrupación Los Irrompibles, de la UCR, tomó un cargo en el Gobierno y terminó como candidato a vicejefe de Gobierno, del camporista Mariano Recalde. Santoro fue el primero en ser víctima de sus propios dichos en Twitter. Fueron sorpresivos los violentísimos tuits antiká que había escrito.
Puesto 1:
No fue el peor caso, pero fue simbólico. Tal vez fue por ser un extrapartidario seducido por Macri, con fama propia por ser “el doctor de la tele”. El combo de farandulización y transfugueada fue demasiado. Y se empeoró cuando se supo que el pase se había forjado con una oferta de un cargo para su hijo, según se supo por cables de la embajada estadounidense, publicados por Wikileaks.
El escándalo fue tal que hasta la borocotización se volvió un término político habitual. Borocotó había ganado una banca por el PRO, en 2005, pero antes de asumir armó un monobloque que se aliaría al kirchnerismo. Los intentos de bloquear su asunción fueron en vano. Odiado por los propios y ninguneado por los extraños, el paso como diputado de Borocotó fue el final de una carrera que había empezado cerca del genocida Luis Patti. Sin ponerse colorado, tiempo después dijo que la política era “un asco”. Y hasta cerró su consultorio pediátrico.
#BONUSTRACK La insólita declaración jurada de Mónica López.
Como segunda candidata al Parlasur, la ex massista debió presentar una declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción. López ha empapelado el conurbano con su rostro, es probable que sea la política que más ha gastado para instalar su cara en publicidades en medios gráficos y hasta se rumorea que se autopostuló para ir al Bailando, de Tinelli.
Incluso se animó a abrirle su casa en el country Abril, de Hudson, a la revista Caras, donde mostró su vestidor con tres calles, llamadas Roberti, como su marido, Eva Perón y Juan Domingo Perón. Sin embargo, en su DDJJ no aparecen ni los 240 pares de zapatos que dice tener. La diputada apenas declara 200 mil pesos en efectivo, que le quedaron de los casi 480 mil que declara haber ganado en 2014.
López no menciona en los papeles a su marido, el diputado nacional (aún massista) Alberto Roberti, un hombre fuerte del sindicalismo petrolero. A pesar de que es él el encargado de declarar, por su cargo, los bienes familiares, que suman un patrimonio de 4,6 millones de pesos:
- La casa en el country Abril, en Hudson, de 253 metros cuadrados y valuada en 1,2 millones de pesos.
- Un departamento en Puerto Madero, de 93 metros cuadrados, tasado en 461 mil pesos.
- Una casa en Pinamar, de 180 metros cuadrados, cotizada en 900 mil pesos.
- Una camioneta Mercedes Benz GLK300 4Matic, modelo 2013, por 551 mil pesos.
- Un crédito a favor de la AFIP por 138 mil pesos.
- Una caja de ahorro con 3 mil pesos pero 1,1 millones de pesos en efectivo.
- Bienes de hogar por 219 mil pesos.
