Este lunes se implementó un aumento promedio del 4% en los precios de la nafta y el gasoil. A pesar de la postergación de los impuestos sobre los combustibles, el incremento se ve impulsado por la devaluación mensual del peso y el aumento en los precios de los biocombustibles.
El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la postergación del aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), previsto en el Decreto 466/2024, para mitigar el impacto inflacionario. Sin esta postergación, se había estimado que el precio final de los combustibles podría haber aumentado en torno al 18%.
Sin embargo, la cartera económica autorizó un aumento mínimo del 1% en los tributos. Este incremento se suma a un 2% adicional debido a la devaluación mensual (crawling peg) y otro 2% por el incremento de los precios de los biocombustibles, lo que resulta en una subida total del 4% en los surtidores.
Nuevos precios en los surtidores
En la Ciudad de Buenos Aires (CABA), la nafta súper pasará de $905 a $941 por litro, mientras que el gasoil subirá de $941 a cerca de $980 por litro. En el caso de la nafta premium, pasará de $1117 a $1161.
Estas cifras reflejan la continua presión sobre el bolsillo de los consumidores, pese a los esfuerzos del Gobierno por moderar los aumentos impositivos.
La última actualización de precios de la nafta y el gasoil se aplicó el 1 de junio con un alza del 4% , lo que llevó a un incremento de más del 63 por ciento en los primeros seis meses del año. La primera suba de los combustibles en la gestión de Javier Milei se dio a pocas horas de asumir, tras la devaluación del peso, y fue de un 37% lo que llevó el litro de súper a $553.