La odisea de Roberto Lavagna para lanzarse como un posible precandidato a la presidencia tiene ahora en vilo al Frente Renovador: hay negociaciones de última hora para definir quiénes se quedan con Sergio Massa y quiénes van a ser los próximos garrochistas que saltarán y se irán al armado del ex ministro de Economía de Kirchner y su flamante agrupación Consenso 19.
Uno de los hombres clave del massismo que se suman al espacio de Lavagna es el expresidente del Banco Central Aldo Pignanellli. “Integro el equipo de Roberto. Hasta que se defina qué va a pasar con el armado de Alternativa Federal, si me convocan a reuniones con Sergio Massa voy a ir a colaborar”, dice el expresidente del Banco Central Aldo Pignanelli, que también asistió el lunes a la última conferencia del tigrense en sus oficinas de la Avenida Libertador.
Desde el entorno de Lavagna cuentan que hubo reuniones para sumar a un incondicional de Massa desde el minuto cero como el diputado nacional José Ignacio «El Vasco» De Mendiguren, pero él mismo le baja el tono y dice que todavía no se sumó al frente del exministro de Economía. “Tanto Roberto como Sergio piensan lo mismo. Creo que Lavagna se va a terminar quedando en Alternativa Federal”, asegura.
Entre los que ya dejaron al tigrense se encuentran el ex legislador y mano derecha de Massa Juan José “Vasco“ Amondarain, la ex diputada Liliana Schwindt -ex presidenta de la Comisión de Defensa al Consumidor y una de las mujeres que llevó adelante las iniciativas tarifarias en el Frente Renovador-, el concejal de La Plata Luciano Sanguinetti y una importante cantidad de los integrantes de técnicos que trabajaban con el tigrense.
Pero la posición más difícil tal vez la enfrente Marco Lavagna, hijo del medio del ex ministro y actual diputado por el Frente Renovador. Es uno de los hombres que hacen política y conservan lealtad para con el tigrense, pero también le tira más el lazo de sangre lógico con su papá. Desde Alternativa Federal dicen que Massa comprende la difícil situación y que por esto no lo enfrenta a una presión extra. “Va a hacer un fino equilibrio porque es uno de los brazos políticos de Frente Renovador”, dice uno de los hombres que dejó el massismo y se sumó a las filas de Lavagna.
Marco Lavagna lanzó su precandidatura a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el martes 23. Lo más llamativo de ese acto fue que asistieron varios integrantes del Frente Renovador como Carla Pitiot, Vanesa Massetani o Mirta Tundis. El economista Aldo Pignanelli, hoy cerca del exministro de Economía de Néstor Kirchner, también asistió a la cita.
Desde el lavagnismo aseguran que en las próximas semanas va a crecer la sangría y habrá todavía más deserciones. Se cuidan en anticipar nombres por miedo a que después se arrepientan y termine por caerse el pase. Cuentan que todavía hay algunos indecisos que aún piensan si tomar o no la garrocha para saltar a Consenso 19’ o quedarse en un armado electoral del peronismo comandado por Sergio Massa.
Tanto desde el massismo como del lavagnismo aseguran que el día clave para la definición será el 12 de mayo, después de las elecciones a gobernador en Córdoba. Cerca de Massa auguran un comicio exitoso del actual gobernador Juan Carlos Schiaretti que abrirá de una vez las negociaciones del peronismo con Alternativa Federal. “Si Roberto midiera 20 puntos, vaya y pase; pero mide 12%. Si gana Schiaretti tal vez hasta quiera sumarse en una PASO con Massa y Urtubey. Roberto piensa parecido, tendría que sumarse”, aporta un integrante de la mesa chica de Sergio Massa.
Pese a que el miércoles 24 se mostraron juntos en la cena de la UOCRA y sellaron la paz mediante un tweet, las fricciones entre Massa y Lavagna comenzaron el 2 de abril. Aquel día el tigrense dejó las puertas abiertas para una competencia por la candidatura presidencial del peronismo en la que no descartaba sumar al exministro de Economía de Kirchner. Un día después Lavagna fue lapidario: “Estamos en dos proyectos distintos“.
“Lo peor que pudieron hacer es lanzarse mensajes a través de los actos”, asegura un reconvertido hombre de Lavagna.
Quienes conocen a los dos aseguran que en las últimas reuniones entre ellos nunca se habló claro de sus planes a futuro. Ambos dan por sabido que el otro será candidato a presidente, pero nunca hablan de alianzas de forma directa ni de cómo piensan encarar sus proyectos de cara al 22 de junio, día en el que cierran las listas de precandidatos para las elecciones. «Tienen una relación de mucha estima y respeto», aseguran desde el entorno una de las personas que presenciaron las reuniones entre ellos dos. «Pero nunca se dicen nada de forma directa», sentencian.
