La costa y el interior bonaerense son el fuerte de la candidata de Macri, pero la tendencia general todavía favorece al hombre de Scioli por una luz.

A cuatro días de las elecciones, el frente Cambiemos está más cerca de ganar la Gobernación que la Presidencia. María Eugenia Vidal mide más que Mauricio Macri y está en condiciones de conquistar decenas de municipios. La disputa con Aníbal Fernández promete ser pareja, pero el el candidato del Frente para la Victoria cuenta con la tracción de Daniel Scioli y la raigambre peronista de las zonas más populosas del territorio bonaerense.

Según un estudio del Atlas Electoral de Andy Tow, el promedio de todas las encuestas realizadas desde las primarias hasta hoy le da 33 puntos a Fernández y 32,1 a la referente de Cambiemos. Más lejos aparece Felipe Solá, del frente UNA, con 20 puntos. Si esa tendencia se mantiene, la elección del domingo en la provincia de Buenos Aires sería una disputa voto a voto.

Pero Aníbal corre con ventaja gracias a dos cuestiones clave. La primera de ellas es que va en la boleta de Scioli, que le saca (como mínimo) 9 puntos de diferencia a Macri. La segunda es que, en ese contexto, Vidal dependería del corte de boleta, una práctica que, además de tener un porcentaje históricamente bajo, se complica aún más en esta elección por la extensión de las listas.

Fuentes de la campaña bonaerense de Cambiemos indicaron a #Borderperiodismo que no descartan la posibilidad de que algunos intendentes peronistas repartan sus boletas cortadas si notan durante los días previos a la elección que en su comarca la tendencia es más favorable a Vidal. Pero esa también es una práctica de difícil aplicación.

En el comando de campaña de Cambiemos, que encabeza Jorge Macri, confían en ganar una treintena de intendencias (la mayoría de ellas para el radicalismo) entre la Primera, la Quinta y la Sexta Sección electoral. Pero el Conurbano, y especialmente la populosa Tercera Sección, siguen siendo un territorio difícil de penetrar. Allí, donde el peronismo es fuerte, se anclan las esperanzas de Fernández.

La candidata macrista está bien plantada en la Quinta Sección. Allí, Cambiemos podría ganar en Mar del Plata, Tandil, Balcarce, Ayacucho, General Guido, General Paz, General Belgrano, General Madariaga, Lobería, Maipú, Rauch y San Cayetano. También en Necochea corren con ventaja, gracias a la alianza con Gerónimo «Momo» Venegas, hombre fuerte de ese distrito.

En la Sexta, Cambiemos puede ganar en Bahía Blanca, el municipio de mayor peso electoral de la zona. También tiene chances en Tornquist, Saavedra, Coronel Pringles, Coronel Dorrego, Coronel Rosales, Coronel Suárez, Trenque Lauquen, Daireaux, General La Madrid, Puan, Pellegrini y Salliqueló.

La Primera Sección es otro bastión opositor. El PRO gobierna en Vicente López con Jorge Macri, encaminado a ser reelecto. Con su jefe de campaña de local, Vidal podría ganar en Tres de Febrero -donde el macrista Diego Valenzuela quedó a un punto de Hugo Curto en las PASO-, Mercedes, Luján, San Isidro, San Martín y Pilar.

En tanto, en la Segunda son los distritos de San Antonio de Areco, San Pedro, San Andrés de Giles y Ramallo los que podrían aportarle votos a Vidal en la contienda.

Pero el mayor obstáculo para la candidata de Cambiemos siguen siendo la Tercera Sección, que suele ser la que define todas las elecciones. Aníbal es bastante más fuerte de Vidal en este territorio que concentra al 40 por ciento del padrón provincial y que es históricamente peronista.

Vidal sólo tiene posibilidades concretas en Lobos, mientras que en Lanús y Quilmes (pago chico de Fernández) pelea desde el segundo puesto con el que se quedaron los candidatos a intendente de la coalición opositora. La Matanza, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Florencio Varela, Avellaneda y Almirante Brown todavía son una base firme para Aníbal.

Cuanto más pareja sea la pelea entre Vidal y Fernández, más lento podría ser el escrutinio, dado que la ausencia de ballotage en la Provincia obligaría a un conteo de votos muy minucioso.

A pocas horas del cierre de campaña, ambos candidatos encaran una elección que podría ser histórica.