A puro decreto y por goteo, el vicegobernador lleva nombrados en los últimos días más de cien empleados entre permanentes y temporarios. También sumó parientes y recomendados de su esposa. A Alejandra Bonafini la recategorizó dos veces. La lista.
Para Gabriel Mariotto, una derrota de Daniel Scioli en el balotaje sería “una tragedia para la patria”.
Tal vez por ello es que, para evitar catástrofes, el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires hace «patria en el Estado»: sigilosamente y a cuenta gotas, se sumó a la ola de funcionarios kirchneristas que están apurándose en pasar empleados a planta permanente. En su caso, con una catarata de decretos asombrosa, está engrosando la plantilla del Senado provincial, que preside, dado su cargo.
El blanqueo más polémico del vicegobernador es el de María Alejandra Bonafini, hija de Hebe, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo y acérrima kirchnerista.
Toda una curiosidad. Hebe había criticado duramente a Mariotto a principios de año y lo acusó de haber contratado como asesora a Zulemita Menem, por una foto que se sacaron juntos. Pero en rigor, quien ya era parte del bloque político de asesores del vicegobernador en el Senado provincial era su hija, Alejandra. Bonafini lo ocultó entonces.
Alejandra Bonafini había sido contratada en 2012 por el Ministerio de Desarrollo Social provincial, luego de un paso fugaz por la misma cartera nacional que comanda Alicia Kirchner y de una muy conflictiva presidencia en la Fundación Madres, tras el escándalo del plan de viviendas Sueños Compartidos comandado por los hermanos Schoklender. La hija de Hebe había quedado imputada por comprarse una casa con la firma Meldorek, que desvió los fondos públicos para las obras. Pero la causa fue tan desastrosamente manejada por el juez Oyarbide, que el mismo fue apartado y ahora la maneja su colega Martínez de Giorgi. Ante el nuevo juez, a fines del año pasado Alejandra Bonafini pidió ser sobreseída y que se levantara el embargo que pesaba sobre ella.
Pero ahora parece que la hija de Hebe recibe buenas noticias.
Mariotto no sólo le dio el ansiado pase a planta permanente. Además, en cuestión de días, la subió dos veces de categoría. Así, en septiembre de este año, la hija de Hebe pasó a la categoría 13, con un sueldo básico estimado de 20 mil pesos. Pero en octubre, otro decreto de Mariotto la recategorizó a la 15 y su salario ascendió a más de 23 mil pesos.
El de Bonafini no es el único caso. Con su ascenso se confirmó el de Silvina Maradeo, que sería hija de Eleazar Daniel Maradeo, director provincial de Ceremonial y Audiencias. Y otro más: el de Christian Raff, hombre de Juan José Álvarez que abandonó el massismo con su
jefe político y que fuera involucrado por el espía “Allan” Bogado como nexo con Jorge «Yusuf» Khalil en la trama de las escuchas de la causa del memorándum con Irán que investigaba el fallecido fiscal Alberto Nisman.
Un derrotero similar al de Bonafini sería el que beneficia a María Soledad Escobar, testigo, investigadora y denunciante de las inundaciones en La Plata que fue contratada por Mariotto y ahora pasada a planta permanente. Escobar tenía una estrecha relación con el juez Arias que llevaba la causa contra la gestión de Scioli, cuando Mariotto aún no sintonizaba con su propio gobernador.
Fuentes del Senado provincial aseguran que Mariotto viene firmando decretos de ascensos y recategorizaciones casi a diario. Estiman que más de 50 empleados han sido pasados a planta permanente en los últimos días y otros 100, a transitoria.
Entre estos últimos, el vicegobernador también sumó a su primo, Ariel Andrés Mariotto. A una mujer que también sería su familiar, Marcela Claudia Mariotto, en cambio, la benefició con un puesto de planta permanente en un lugar estratégico: el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios bonaerenses, que depende del Senado provincial. Y además, estaría a punto de firmar otro decreto que beneficiaría con otro pase a planta permanente a María Cecilia Jessen, una trabajadora social que tendría estrecha relación con la esposa de Mariotto, Georgina Mendeguía. Al menos, así se ve en los post.its descriptivos adheridos a su legajo, que se pasea por las oficinas administrativas.
Por si no fuera suficiente, con decretos casi consecutivos firmados entre el 2 y el 15 de junio, Mariotto aceptó las renuncias de -al menos- 15 directores y subdirectores del Senado para, apenas días luego, pasarlos automáticamente a planta permanente. La nómina confirmada por #BORDER la integran:
- Ricardo Salvatierra, director de Seguridad.
- Diego Simbonnet, subdirector de Planificación y Apoyo Administrativo del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios.
- Daniela Vilar, subdirectora general de Gestión Legislativa.
- Javier Rodríguez Use, director de Coordinación de Comisiones.
- Pablo Oriolo, director de Secretaría Privada.
- Osvaldo Minervini, director de Mantenimiento y Servicios Generales.
- Gustavo Lorences,.diirector de Mesa de Entradas
- Alejandra Menna, directora de Ceremonial y Audiencias.
- Carolina Pérez, directora general de Gestión Legislativa.
- Facundo Macedo, director de Cultura.
- Rubén Liegl, director general de Prensa.
- Patricio Cristino, subdirector de Mantenimiento y Servicios Generales.
- Claudia Koffman, subdirectora de Secretaría Privada.
- Luciano Torres, director de la Biblioteca Pública del Senado y militante de La Cámpora.
- Virginia Burguener, directora de Contrataciones.
“Con eso ‘hacen reserva’ del puesto ante el cambio de gestión. Sin embargo, ninguno reasumió su cargo aunque debían, por lo que el Senado está funcionando casi sin directores”, explican fuentes del Senado. La razón por la que se produce esa acefalía intermedia es preocupante; “Parece que nadie quiere exponer su firma en lo que hay para firmar en los últimos días”, agregan, y recuerdan que hace días llegó un oficio del juez Claudio Bonadio al Senado que alborotó el ambiente.
Parientes. Directores. Recomendados. Mariotto hace campaña por Scioli, pero en paralelo, asegura un futuro a los propios, que pueden ser un dolor de cabeza para la gestión de María Eugenia Vidal.