El ex gobernador de la Provincia de Buenos Aires y diputado nacional, Felipe Solá, adjudicó la violencia en el fútbol a la «policía que está mal entrenada, tanto en Provincia como en la Federal y en la Metropolitana adonde (Mauricio) Macri demostró una incapacidad total para enfrentar el conflicto social».
«Si frente a esa incapacidad, la única respuesta que se da es prohibir las hinchadas visitantes es como reconocer que el fútbol deja de ser un espectáculo para transformarse en un show pata la TV. Entonces, ya que estamos, prohibamos el fútbol», ironizó.
Solá dijo que durante su gestión como gobernador no estaba permitido «disparar con balas de goma a las personas. Sólo se usaban gases lacrimógenos para disipar las manifestaciones y las balas de gomas se tiraban al piso pero nunca a las personas».
Recordemos que según las primeras investigaciones, Santiago Jerez, el hincha de 42 años que falleció ayer en el partido de Lanús y Estudiantes, habría sido víctima de un disparo de bala de goma de la policía.
«La violencia en el fútbol creció a la sombra de la complicidad. Perdón por la palabra, pero en mi época los teníamos cagando a los hinchas. El comisario Gallina estaba a cargo de la policía y me llamaba al celular y estábamos encima de todo. El Estado tiene que saber controlar a estos grupo, las barrabravas crecieron a la sombra de Grondona, lo que antes era hinchada, ahora son mafia», agregó el ex mandatario provincial.
Tambien, adjudicó la violencia en el fútbol a la política: «la politica tiene actitud de barra».
«En las intendencias en el Conurbano, los intendentes acostumbran a tomar las cooperativas de trabajo. Mandan a los que trabajan ahí a los concejos deliberantes a gitarles a los concejales hasta vovlerlos locos para las votaciones que necesita el intendente. Por eso digo que ya está naturalizada la patota política que el gobierno permite y en muchos casos, aconseja», agregó.