El Papa Francisco, que tenía 88 años, falleció a las 7:35 en Roma, en la Casa Santa Marta. Su muerte se produjo tras haber dado su último mensaje en el domingo de Pascuas. En febrero, fue hospitalizado en el policlínico Gemelli debido a una neumonía bilateral que lo mantuvo internado durante 38 días. Esta noticia fue confirmada por el Vaticano en un comunicado a través de Telegram, donde el cardenal Kevin Farrell expresó: “Queridísimos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco”.
Horas antes de su fallecimiento, el Papa Francisco dirigió un mensaje de Pascuas desde el balcón de la basílica de San Pedro. Con voz débil, deseó “hermanos y hermanas felices Pascuas” y, tras esto, recorrió las calles en vehículo y recibió al vicepresidente de Estados Unidos. Su internación comenzó el 14 de febrero, cuando le diagnosticaron una bronquitis que posteriormente derivó en la neumonía bilateral que lo llevó a su final.
Los médicos que atendieron al Papa confirmaron que su salud fue grave, revelando que estuvieron “a punto de dejarlo ir” en al menos una ocasión. A fines de 2024, Francisco trabajó en la edición del “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, un documento que regula el rito fúnebre de los Papas. Este nuevo procedimiento, que fue implementado en noviembre del año pasado, busca “honrar la memoria del Pontífice” y facilitar una transición ordenada en el liderazgo de la Iglesia.
Desde su elección en 2013, Francisco fue el primer Papa argentino y el primero proveniente de América Latina. Destacándose en su papel, su relación con el kirchnerismo fue tensa, aunque mantuvo vínculos protocolares con figuras como Mauricio Macri. A pesar de las expectativas generadas, nunca visitó Argentina, aunque viajó a casi 70 países durante su papado.
Su lucha con problemas de salud fue una constante, afectando su calidad de vida y limitando sus movimientos. El Papa Francisco, quien celebró su último cumpleaños el 18 de diciembre de 2024, enfrentó diversos inconvenientes de salud que le obligaron a utilizar silla de ruedas. Sin embargo, esto no afectó su compromiso con el servicio, brindando audiencias y oficiando misa hasta sus últimos días.
