El Banco Mundial anunció ayer que aprobó un crédito para Argentina de u$s1.000 millones al gobierno argentino, con el fin de seguir sosteniendo tarifas »sociales» en electricidad y transporte. El monto estará dividido a la mitad: la primera será para el “apoyo a la sostenibilidad y equidad del transporte público”. Así, se podrá garantizar la tarifa social en el transporte, que ofrece un descuento del 55% en la tarifa en 61 localidades del país donde está disponible la tarjeta del Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE). La medida, además, alcanzará a beneficiarios de prestaciones sociales y a jubilados.
Los segundos u$s500 millones serán para el “apoyo a la transición a un sector eléctrico sustentable”, y se usarán en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE), que maneja los subsidios energéticos, y facilitará “la creación de nuevos mecanismos para recolectar la información disponible en otros registros”.
Según manifestaron desde el Banco Mundial, se espera que con esto “el esquema de subsidios sea más eficiente y (…) reduzca el consumo eléctrico”.
Los dos proyectos serán reembolsables en 32 años y tienen un período de gracia de 7 años.
El lunes, en el marco de la cumbre del G20 que se llevó a cabo en Río de Janeiro, Brasil, el presidente Javier Milei se reunió con el titular del Banco Mundial, el indio-estadounidense, Ajay Banga. Esa reunión formó parte de la negociación por prestamos por u$s2.000 millones que el Banco Mundial acordó con la Argentina en octubre, tal como el organismo. Ese monto esta dividido en cuatro proyectos, dos de los cuales ya fueron confirmados ayer, referidos a subsidios del transporte y racionalización de las tarifas de electricidad, por un total de u$s500 millones cada uno.
Pronto se presentarán al directorio proyectos relacionados con el Compromiso Federal por la Alfabetización y el Plan Nacional de Alfabetización, además del programa de nutrición para ayudar a las madres en los primeros mil días del niño recién nacido.