Luego de que los presos del pabellón C del Penal de Ezeiza iniciaran una huelga de hambre que lleva casi dos semanas de duración, denunciando que reciben trato “Inhumano” y que les restringieron las visitas de sus familiares, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, restó importancia al reclamo.
“Los que asesinaron, torturaron y dominaron Rosario durante años, ahora piden ‘abrazar a sus seres queridos’”, manifestó la funcionaria. Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se creó el Sistema Integral de Gestión para Personas Privadas de la Libertad de Alto Riesgo, un instrumento que se propone aislar a los reclusos de alta peligrosidad con la población carcelaria común y eliminar los beneficios a los que accedían en las cárceles. “Los narcoterroristas ya no tienen poder ni privilegios. Ni dentro ni fuera del penal”, dijo en su cuenta de X.
Los que asesinaron, torturaron y dominaron Rosario durante años, ahora piden “abrazar a sus seres queridos”.
Los narcoterroristas ya no tienen poder ni privilegios. Ni dentro ni fuera del penal. https://t.co/u5rIIbW7KK
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) July 25, 2024
«>
El tuit de Bullrich fue en respuesta a una nota del medio Tiempo Argentino donde se hablaba del reclamo de los reclusos, representado por el abogado Fabio Galante. Entre los defendidos del abogado se encuentran Alionzo Ruth “Ruti” Ramos Mariños, vinculado a una causa de narcotráfico en el Barrio 31 bis; Mario Segovia, apodado como “El Rey de la efedrina” e Ignacio “Ojito” Actis Caporale, piloto de carreras detenido por, supuestamente, haber enviado 8 kilos de cocaína a la ciudad española de Salamanca.
Galante había presentado un habeas corpus ante el Juzgado Federal de turno en Lomas de Zamora, explicando que las quejas de los reclusos iniciaron porque “pueden hablar con sus abogados una sola vez al día y con sus familiares directos un solo día en la semana”. “Los tienen encerrados 20 horas por día y los menores de edad y las mujeres embarazadas tienen que ver a sus padres y maridos detrás de un vidrio y hablarles por el teléfono que está en ese sector”, manifestó Galante y agregó: “La situación es inconstitucional desde donde la miremos, se están violando todos los derechos humanos de estas personas, pero hasta el momento la Justicia no ha dicho nada al respecto”. También puntualizó que “otra de las cosas que me llamó mucho la atención es que no los dejan tener contacto con la Iglesia Católica ni con la Evangélica” y agregó que “no pueden tener una biblia, no pueden buscar la fe”. Además, reclamó sobre el régimen de terapia psicológica al que son sometidos, debido a que indicó que “donde está la profesional que los atiende hay un agente encapuchado que está escuchando todo”.
“Es inhumano porque no nos permiten abrazar a nuestras mujeres e hijos, nos robaron todas nuestras pertenencias, no soportamos cumplir condena en estas condiciones”, manifestó un recluso en diálogo con Tiempo Argentino.
Durante el acto oficial en el que la ministra presentó el nuevo régimen carcelario remarcó: “Asumí el compromiso de ir detrás de las mafias. Los argentinos necesitamos paz” y aseguró que las nuevas medidas implementadas por el gobierno en esta materia están orientadas a “dar vuelta el status quo y poner el orden como premisa”.