A pocas horas de que comience el tercer paro general impulsado por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra el gobierno de Javier Milei, el clima en la Casa Rosada es de aparente calma. Lejos de mostrarse preocupados, en el entorno presidencial restan importancia a la medida de fuerza y aseguran que tiene un trasfondo electoral.
“Es el paro de los amigos de (Leandro) Santoro”, resumió una fuente con llegada directa al despacho presidencial, en un intento por relacionar la protesta con el candidato peronista a legislador porteño.
“Arrancó la campaña”, repiten entre los funcionarios de confianza del presidente, quienes aseguran que la buena relación con la CGT se mantiene y que el diálogo sigue abierto, aunque esta vez la central cerró filas y evitó cualquier negociación.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, había sido designado por el Ejecutivo como puente con los líderes sindicales para intentar desactivar la medida, pero sus esfuerzos no prosperaron. “El temario de la protesta es un poco difuso”, dijo Francos en Radio Rivadavia.
Y agregó: “Después la sociedad juzgará si los dirigentes sindicales tienen representatividad o no. El tema de los contratos laborales sí le preocupa a la dirigencia gremial y tendremos que conversar con ellos”.
En la misma línea, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, utilizó su cuenta de X para cargar contra la protesta: “El paro de la CGT no daña a Milei. Daña a la gente. A los trabajadores que quieren cumplir sus tareas. La mafia sindical no solo atrasa 80 años, atenta contra el normal funcionamiento del país…”, sentenció.
Mientras tanto, la CGT confirmó el paro nacional para el jueves 10/04, luego de haber encabezado una movilización frente al Congreso en defensa de los jubilados. El servicio de trenes, subtes y premetro quedará suspendido, aunque los colectivos circularán con normalidad en el Área Metropolitana de Buenos Aires, gracias a la conciliación obligatoria que rige para la UTA.
Desde el Gobierno celebran esa decisión como “el triunfo de Sandra Pettovello”, y ya anticipan un bajo nivel de adhesión a la medida. Por su parte, la CGT ratificó su postura a través de un comunicado: “El ajuste cayó sobre trabajadores y jubilados, mientras el sector financiero multiplicó obscenamente sus ganancias”. Sin embargo, en la Rosada insisten: el paro solo busca confrontar con el Gobierno y “no mueve el amperímetro”.
