Sólo pasaron 18 días desde la asunción del presidente Javier Milei y el Comité Central Confederal (CGT) tomo la decisión de iniciar un paro general el día 24 de enero, en contra de las ambiciosas reformas que planea llevar a cabo el gobierno nacional. Rechazan el mega decreto y la “ley Ómnibus”. El paro durará 12 horas e incluirá una marcha al Congreso de la Nación.
La medida de fuerza fue tomada luego de la reunión de la CGT en la sede de la calle Azopardo, en la misma participaron todos los sectores gremiales. La medida de fuerza expuso una decisión que contrasta con lo ocurrido en los últimos cuatro años, dónde el gobierno de Alberto Fernández no tuvo ni un solo día de huelga, a pesar de la difícil situación económica que transitaba el país.
En la reunion de la CGT, se definieron los parámetros del paro nacional, que incluye también movilización, el paro comenzará a las 12:00 del medio día y concluirá a las 00:00.
Previo a la reunión de la CGT Pablo Moyano se habría expresado públicamente con respecto a la huelga general, dónde priorizó las vacaciones de verano, diciendo que: “Hay que instalar un plan de lucha. En enero y febrero los laburantes se toman vacaciones. Entonces tomar una medida en ese momento no tiene mucho valor. Pero sí ir movilizando con actos, plenarios, en las regionales del interior, y que en cada provincia visiten a sus diputados y senadores para que después no voten leyes contra los derechos de los trabajadores”.
Según lo que trascendió de lo ocurrido durante la reunión en la sede la CGT los líderes gremiales decidieron reclamar a los diferentes sectores de la política, en particular a aquellos que no pertenecen al espacio de La Libertad Avanza, como el peronismo, los partidos provinciales, un sector del PRO y del radicalismo, dónde los llamaron a “que actúen en favor de los trabajadores y de la sociedad, que es donde pasa el 100% del ajuste”.