La senadora catamarqueña Lucía Corpacci, muy cercana a la ex presidenta Cristina Kirchner, firmó el pliego del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema y ya está listo para ser tratado en el recinto, aunque ahora el peronismo le exige al Gobierno abrir una negociación para que ingrese una mujer al máximo tribunal en lugar de impulsar a Manuel García Mansilla.
Corpacci explicó que el «mayor cuestionamiento» que tenían era que el Gobierno no había propuesto a ninguna mujer. La catamarqueña reconoció que ese era el pedido de Cristina Kirchner para negociar con el oficialismo y destrabar los dos tercios, imposibles de alcanzar para los libertarios.
La ex gobernadora de Catamarca dio un argumento para apoyar a Lijo que fue cuestionado en redes sociales, ya que consideró que otro postulado por la gestión de Javier Milei podría ser peor.
«La Justicia está llena de cuestionamientos. Gente que parecía intachable después demostró incumplir», dijo en declaraciones radiales y agregó que «mucho más preocupante» le resultan otros candidatos que podría mandar el oficialismo.
Por su parte, el jefe del bloque de senadores de Unión por la Patria, José Mayans, confirmó que la firma de Corpacci fue «un gesto» para mostrar disposición a dialogar, pero «no quiere decir que estén los dos tercios». «Nosotros queremos una mujer en la Corte, primero. Para que haya un acuerdo pueden poner uno ellos y uno nosotros», dijo el formoseño.
El problema en esta discusión es que el Gobierno quiere que el peronismo sume como propio a Lijo, descontando que García Mansilla responde a la Casa Rosada. Esa fue la idea original del principal asesor de Milei, Santiago Caputo, para negociar con el kirchnerismo. Pero Cristina ahora quiere correr el arco y tomar a Lijo como el del Gobierno y poner a una mujer cercana a sus ideas en lugar de García Mansilla.
Ante esta situación, Milei mandó al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a amenazar con designar a ambos por decreto, aunque en el Senado dicen que eso terminaría con ambos rechazados (o únicamente García Mansilla) en marzo de 2025, apenas comiencen las sesiones ordinarias.