La expresidente Cristina Kirchner brindó una clase magistral en la Universidad de Nacional del Oeste, donde fue distinguida con un doctorado Honoris Causa. Allí, volvió a cuestionar el modelo económico del gobierno libertario de Javier Milei y se mostró en público en medio de las internas peronistas.
La expresidente se presenta luego del fuerte documento de ocho hojas que publicó esta semana para criticar el rumbo económico de la actual gestión. “El problema es la economía bimonetaria y la escasez de dólares, lo advertimos en febrero”, comenzó. Y agregó: “No es lo mejor que le puede pasar al país el déficit fiscal, pero alguna razón debe haber para que muy pocos países del mundo tengan superávit fiscal”.
Así mismo, apuntó directamente contra el mandatario nacional: “Presidente, largue la escuela austríaca, cace el manual argentino y por favor siéntese a gobernar el país”. “Aprovecharía ese ímpetu que tiene para ver si puede lograr un esquema de vencimientos que sea compatible con la capacidad de pagos del país”, insistió.
Respecto del tan mentado déficit cero, afirmó: “No es lo mejor que le puede pasar al país el déficit fiscal, pero alguna razón debe haber para que muy pocos países del mundo tengan superávit fiscal”. Y remarcó: “El resto de los países tienen políticas que necesitan, no son degenerados fiscales”.
Y continuó: “La gracia está en que la gente coma y vos puedas administrar el Estado también”. “No pagando deudas, ahogando provincias, parando obras…así cualquiera tiene déficit cero”, añadió.
“Si estábamos tan bien, ¿por qué te creés que vino el peronismo, hermano? A ver si los gorilas se avivan un poco alguna vez”, retrucó en respuesta al último discurso del presidente, quien le dijo que le iba a enseñar de economía en su clase ante empresarios.
A su vez, criticó con dureza las políticas económicas del actual gobierno: “Milei no tiene un plan de estabilización, no es que hay un rezago de inflación”. Y agregó: “Por eso es la economía bimonetaria, estúpido. Porque la gente se va a atesorar en dólares”.
“Ver un presidente que habla todo el tiempo de ‘los voy a dejar como un mandril’, de vaselina…la palabra del Presidente es muy importante. Las palabras de un Presidente no pueden contener violencia, simbólica o explícita. La palabra de un presidente tiene que ser sanadora”, siguió.