El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, pasó por Desde El Llano (TN) ayer a la noche y negó haberse reunido con la ex vicepresidenta, Cristina Kirchner para elaborar un “pacto de impunidad”.
“Algún señor dijo que fui al Senado a hablar con Cristina Kirchner, no la conozco, la vi el día de la jura, de lejos, nunca hablé con ella”, manifestó Cúneo Libarona en conversación con el periodista Joaquín Morales Solá.
Recientemente, algunos referentes de un sector de Juntos por el Cambio, como el parlamentario del Mercosur, Álvaro de Lamadrid, y la diputada nacional, Paula Oliveto, alegaron la tesis del “pacto” entre Cúneo y la ex vicepresidenta.
Sobre esto, el ministro de Justicia aclaró que la ciudadanía podía “quedarse tranquila”, y que el gobierno iba a perseguir la impunidad “al máximo”. “No hay ningún pacto de impunidad, no hay ningún pacto de nada, se va a perseguir a todos los que haya que perseguir, se va a denunciar, que persigan los fiscales”.
En otro tramo del programa, Cúneo Libarona declaró que el gobierno de La Libertad Avanza atacará “la corrupción, el narcotráfico y la trata”, “Vamos a hacer la denuncia a full con los elementos pertinentes, no hay nadie que vaya a denunciar más que yo, se va a denunciar y bien, con máxima potencia, con máxima energía, que eso nadie lo dude, lo verá la Unidad de Información Financiera (UIF), la Oficina Anticorrupción (OA)”, puntualizó el ministro, y agregó: “El presidente, Javier Milei, me pidió: ‘Basta de interferencias en el Poder Judicial’, y en materia de fiscales, que ellos hagan sus trabajos tranquilos”.
Además, el penalista anticipó algunos detalles de la reforma que el gobierno planea impulsar en la Justicia. “Quiero nombrar jueces, no puede haber tantas vacantes, quiero darle más poder a los fiscales y quiero también juicios por jurados. Quiero establecer un sistema legal, novedoso e inédito conforme a los estándares del mundo. Ya funciona en Jujuy y Salta”, detalló.
Según sus declaraciones, el deseo del ministro es dejar un sistema con “imagen buena, funcionando, cada uno en su rol, con plazos razonables de juzgamiento, buenos jueces trabajando, con cordialidad, tengo un plan de seis meses, uno de un año y otro que tiene distintas etapas”.
Sin embargo, también aclaró que por el momento su ministerio está siendo auditado, y por ese motivo la reforma se encuentra demorada. “Me convertí en un administrador. No puedo avanzar con mis proyectos porque tengo una empresa, un ministerio de 5500 empleados. No se va a echar a nadie que no corresponda pero vamos a suprimir a los que no trabajen. El Estado está pobre, vamos a tratar de ordenarlo y efectivizarlo”, puntualizó.
Así mismo, defendió el mega DNU de desregulación económica de Milei, el cual recibió numerosos amparos: “No nos sorprenden los amparos, es parte de la práctica de la democracia. Este DNU tiene las mejores intenciones”.
