En un nuevo escándalo que sacude al Senado, la senadora Lucila Crexell fue denunciada por presunto cohecho. Según la acusación, el Gobierno le ofreció el cargo de embajadora en la UNESCO a cambio de su voto favorable al proyecto de la Ley Bases. La denuncia, presentada por el abogado penalista Federico Paruolo, fue asignada al juzgado federal 6, bajo la subrogancia del juez Ariel Lijo.

Entre los considerandos, Paruolo argumentó que el Gobierno de Javier Milei sobornó a Crexell mediante su nombramiento en la UNESCO. «El plan para comprar el voto de la senadora Crexell está a solo la emisión del voto y un mensaje de Cancillería para haberse consumado», se lee en la denuncia. El abogado indicó que el 11 de junio de 2024, se filtró un documento que supuestamente confirma la elaboración del pliego para la designación de Crexell como embajadora. Esta revelación, según Paruolo, convirtió los rumores en hechos.

Paruolo, conocido por su intervención en la causa «Vialidad» contra Cristina Kirchner, insiste en que el «iter criminis» del soborno está en marcha. Argumenta que los actos preparatorios del delito ya se han cumplido y que solo una rápida intervención judicial podría evitar su consumación.

Con este panorama, la figura de Lucila Crexell cobró una relevancia inesperada. Con mandato en el Senado hasta 2025 por Juntos por el Cambio (JxC), Crexell es nieta del líder del Movimiento Popular Neuquino (MPN), Elías Sapag, pero no acuerda con las ideas del movimiento. Ahora, su supuesto involucramiento en un caso de sobornos podría tener repercusiones significativas tanto para su futuro político como para la credibilidad del Gobierno de Milei.

La denuncia presentada por Paruolo exige una «rápida y efectiva intervención» del juez Ariel Lijo para evitar que el presunto delito se consuma. La resolución de esta denuncia podría tener implicaciones profundas no solo para la Ley Bases, sino también para la legitimidad del Gobierno y la confianza en las instituciones democráticas.

En un contexto de movilizaciones y protestas, este nuevo escándalo añade más leña al fuego de la ya candente arena política. La atención se centrará en los próximos movimientos judiciales y en cómo se maneje políticamente esta denuncia que amenaza con sacudir los cimientos del Senado y del Gobierno de Javier Milei.