El vocero presidencial, Manuel Adorni, resaltó esta mañana el proceso por el que deberá pasar la Casa de Moneda, después de que se conozca que dejará de imprimir los billetes de 1.000 y 2.000 pesos. En ese contexto, se ratificó que el organismo será reestructurado e intervenido por 180 días.
En ese sentido, Adorni resaltó que «se usan cada vez más las billeteras virtuales y el pago electrónico, por lo que no tiene mucho sentido seguir con ese nivel de ineficiencia en la impresión de billetes». Y agregó: «los chachos, que lanzó la provincia de La Rioja o cualquier otro papelito que alguna provincia imprima, no es mas que descontrol del gasto».
Por otro lado, ratificó que «se dejan de emitir billetes de $2.000, obviamente un sinsentido heredado por la gestión anterior que se negaba a emitir billetes de mayor denominación, acorde a la inflación que nos dejaron». Así mismo resaltó que se dispuso la intervención y el responsable de llevarla a cabo será «el doctor Pedro Daniel Cavagnaro, quien hoy está trabajando en la renovación de las contrataciones», puntualizó.
El anuncio de la intervención está dentro del plan de reestructuración más amplio de la Casa de Moneda, que también sumó la disolución de la ex Ciccone Calcográfica a principios de octubre, empresa que quedó en el ojo de la tormenta por las acusaciones de corrupción del ex vicepresidente Amado Boudou.
A partir de la decisión del Gobierno, la Casa de Moneda solo tendrá activa su línea de producción de chapas patentes y documentos que requieren altos niveles de seguridad, como cédulas verdes y pasaportes. La dirección del organismo comunicó a sus empleados que aquellos que se dedican exclusivamente a la fabricación de billetes deberán tomarse vacaciones.