El Gobierno sostuvo que "no corresponde" pedirle explicaciones al nuevo juez de la Corte Suprema de Justicia, Manuel García-Mansilla, por haber votado en contra del pedido de licencia de Ariel Lijo, quien busca sumarse al máximo tribunal.
De esa manera, la Casa Rosada hizo mención a la división de poderes y planteó que contactar al magistrado tras su voto significaría una intromisión de un poder del Estado sobre otro.
"Ni nos sorprende, ni nos deja de sorprender. Manuel es un juez probo que vota siempre conforme a derecho. No corresponde hablarle", sostuvo uno de los principales funcionarios libertarios en declaraciones a periodistas acreditados en Casa Rosada.
Así, buscó minimizar el desconcierto que generó el particular accionar de Manuel García-Mansilla, ya que el nuevo integrante de la Corte fue propuesto por el Gobierno y su voto en contra del pedido del otro magistrado que promueve el oficialismo para el máximo tribunal no pasó por alto.
El pliego de Lijo estuvo a punto de ser tratado en el Senado, tras obtener dictamen, el 20 de febrero en el marco de las sesiones extraordinarias, pero LLA logró alcanzar un acuerdo con el kirchnerismo. Tras esto, el oficialismo buscará volver a intentar a tratar el pliego en la Cámara alta.
En el sector libertario hay quienes se esperanzan con conseguir los votos necesarios en el Senado, un año después de haber enviado la propuesta. Si la Cámara Alta accede a tratar el pliego, y el oficialismo consigue los dos tercios necesarios, Lijo podría a ingresar a la Corte de manera vitalicia.
