El Gobierno nacional desplazó este miércoles al embajador argentino en España, Roberto Bosch, y analiza quién será su reemplazante. Además, desplazó al cónsul en Nueva York, Pablo Piñeiro Aramburu. También se desconoce su sucesor.
Bosch se había ganado la confianza de la anterior canciller Diana Mondino para quedarse a cargo de la embajada luego de la salida de Ricardo Alfonsín, de quien fue número dos durante la gestión de Alberto Fernández. De hecho, fue visto en actos de campaña de La Libertad Avanza con la gorra de las Fuerzas del Cielo.
Según trascendió, la orden en Cancillería es «limpiar todo resto de Mondino» en la cartera de Relaciones Exteriores y comenzó con la salida de la mayoría de los diplomáticos que acompañaron a la gestión anterior como es el caso del vicecanciller Leopoldo Sahores, el secretario de Asuntos Latinoamericanos Mariano Vergara y el de Relaciones Económicas Internacionales, Marcelo Cima.
El resto del equipo original, o se fueron antes de la renuncia de Mondino o directamente están sin tareas esperando nuevas funciones. El decreto de salida de Bosh ya está en el despacho del presidente Javier Milei, a la espera de ser firmado y abre una disputa para quedarse con la sede diplomática en Madrid.
Uno de los que aspira al cargo es Alejandro Nimo, Agregado de Promoción de Inversiones y Comercio Internacional en Embajada y trabaja directamente con el ministro de Economía, Luis Caputo.
Meses atrás, en el pico del conflicto entre Milei y su par español, Pedro Sánchez, el gobierno socialista del país europeo retiró a su embajadora de Buenos Aires y consideró también la expulsión de Bosch. Tras la máxima tensión, el gobierno español finalmente designó un nuevo embajador en la capital argentina.