El gobierno de Javier Milei, a través del Ministerio de Seguridad y en simultáneo con funcionarios del área de Seguridad en otros países, revelaron la identidad de Hussein Ahmad Karaki, el jefe del operativo de Hezbollah en Latinoamérica.

El ministerio liderado por Patricia Bullrich señalaba a través de un comunicado oficial que Karaki “es el principal partícipe y responsable de operaciones de reclutamiento, y planificación de numerosas acciones terroristas, y a su vez tomó parte en los Atentados de la AMIA y la Embajada de Israel”.

En el comunicado, se remarcó que el anuncio sobre Karaki “tiene una magnitud a la altura de la muerte de Hasán Nasrallah, quien fuera clérigo y político libanés que se desempeñó como secretario general del partido político y cuerpo armado chií Hezbolá, en el proceso de desmantelar y descubrir su red y apoyos con documentación respaldatoria”.

En ese sentido, el informe de inteligencia señala que Karaki estuvo en Buenos Aires el día del atentado a la Embajada, el 17 de marzo de 1992. Además, se lo señala como el responsable de haber comprado la camioneta utilizada como coche bomba en el ataque.

Así mismo, el documento oficial sostiene que, durante su estadía en la Argentina, usó el nombre de Alberto Leon Nain, y que abandonó el país horas antes de la explosión utilizando un pasaporte colombiano. Se cree que el terrorista sigue vivo y se encuentra en el Líbano.

Por su parte, Bullrich ya se había referido al tema cuando aseguró que el país mantenía las alertas ante una posible presencia de Hezbollah en el norte del país y la Triple Frontera.

En el pasado mes de abril, tras los ataques de Irán contra Israel, la titular de la cartera de Seguridad había expresado su preocupación ante presuntas actividades del grupo terrorista “a 5 kilómetros de Puerto Iguazú” y por el “memorándum que firmó Bolivia con Irán”.

Por otro lado, desde el gobierno informaron que ya le entregaron a la fiscalía a cargo de la investigación por el atentado a la AMIA y al juez Daniel Rafecas imágenes del terrorista. Serían del año 2004, cuando el gobierno de Venezuela le concedió la residencia y le otorgó, a su vez, una nueva identidad. En aquel país, Karaki recibió un documento con el nombre de David Assi.