El presidente Javier Milei prepara una Reforma Migratoria que busca establecer refuerzos de los controles fronterizos y restricciones al acceso a la residencia, además del arancelamiento sanitario y universitario a extranjeros no residentes.

El proyecto, entre otras cosas, trasladaría a agentes de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura e Inteligencia Criminal al límite con Bolivia en Salta. Sebastián Seoane, director nacional de Migraciones, tendría la tarea de llevar adelante las nuevas propuestas fronterizas, universitarias y sanitarias.

«Hay casos en los que los extranjeros estudiaron solo dos meses y se quedaron a vivir en la Argentina», marcaron fuentes del Ejecutivo a Noticias Argentinas. La iniciativa incluye un régimen más estricto para la entrega de residencias a los estudiantes extranjeros. A su vez, desde Nación denuncian que no hubo un control directo de la presentación de la documentación durante la gestión anterior.

Por otro lado, se quiere restringir que los inmigrantes ilegales que tienen hijos en el país y obtienen la residencia tras la confirmación de sus descendientes como ciudadanos argentinos. El trámite requiere la cédula de identidad o el pasaporte, la partida de nacimiento del país de origen, el certificado de antecedentes penales y el acta de nacimiento del hijo argentino.

Por otro lado, el plan también es reforzar el control de las fronteras en el norte. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, es quien está a cargo de esa línea de trabajo. En este sentido ya lanzó el plan Güemes en la provincia de Salta.  Se trata del refuerzo de agentes de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura e Inteligencia Criminal en el límite con Bolivia.

Por eso mismo también quieren sumar colaboración de las Fuerzas Armadas en las fronteras y en el territorio interno. A ese destino irían los dos decretos para habilitarlas a operar contra organizaciones terroristas y carteles del narcotráfico de otros países que busquen operar en la Argentina.