El interventor del municipio argentino de Aguas Blancas en Salta, Adrián Zigarán aseguró que hoy se firmará el convenio para avanzar con la obra, asegurando que las autoridades del país vecino habían pedido mejorar los controles en los pasos y se quejó por la falta de colaboración en los controles.
Luego de que Bolivia expresara formalmente su preocupación por la decisión argentina de construir un alambrado de 200 metros en la frontera, el interventor confirmó que en las próximas horas avanzarán con la obra. Según explicó, la medida busca hacer que todas las personas que entren y salgan del país realicen los trámites migratorios correspondientes.
Esta medida fue impulsada por el Ministerio de Seguridad que lídera Patricia Bullrich y forma parte del “Plan Güemes” para fortalecer las fronteras del norte, donde ya se habían desplegado efectivos de las fuerzas federales el año pasado.
“Me llamó la atención que se preocupe el gobierno boliviano porque las autoridades nacionales hace más de un mes nos llaman para que refuercen los dos pasos que tenemos”, planteó Zigarán en diálogo con la periodista María O’Donnell en Urbana Play.
Su respuesta a la queja del país vecino, Zigarán cuestionó a las autoridades bolivianas por falta de colaboración en los controles migratorios. Dijo que el año pasado, durante las fiestas de fin de año, Bolivia envió sólo a un oficial migratorio lo que generó grandes demoras para entrar y salir del país. “Así que es bienvenido que ahora se hayan despertado”, ironizó.
El funcionario explicó que en la actualidad hay muchas personas que saltan un muro y transitan entre los países sin hacer trámites ni pasar por controles. Durante el día generalmente hay “bagayeros”, que trasladan mercaderías para el comercio, pero de noche hay muchos “chancheros” que suelen ingresar con bolsas de consorcio de las cuales se desconoce su contenido. “Esta gente, que viene de la pobreza, viene en tabla de surf por el río y traen esta mercadería, pero no saben qué hay adentro”, aclaró.