En el primer semestre de 2024, el Senado gastó $2.057 millones en pasajes y viáticos. Esta cifra, según un análisis realizado por el medio Infobae, representa casi un 35% más que el año pasado a valores reales.
El dato surge de comparar la ejecución presupuestaria de la Cámara alta publicada en el sitio de Transparencia del Senado, con los fondos destinados a ese concepto en el mismo período del año pasado con inflación incluida.
De ese monto desembolsado entre enero y el 30 de junio, $1.956 millones corresponden a pasajes usados por los 72 senadores y casi $102 millones a viáticos. Los datos fueron suministrados por la Secretaría Administrativa del Senado, a cargo de María Laura Izzo.
Los tramos de pasajes aéreos usados por los senadores en el primer semestre fueron 2.206, un 33% más que en el mismo período del año pasado, cuando habían sido 1.659, según la información publicada por mes en la web del Senado.
Cabe destacar que esos 2.206 tramos, cada uno es un pasaje de ida o de vuelta, no incluyen los los tramos realizados por la presidenta del Senado, la vicepresidenta Victoria Villarruel, ya que esos datos no figuran en los PDFs colgados en la sección de Transparencia del sitio del Senado. Desde el despacho de la vicepresidenta aclararon que “solo se publica la de senadores”, pero que Villarruel tiene a disposición la misma cantidad de pasajes que los senadores (10 a su nombre intransferibles y 32 innominados). Además, aseguraron que cuando Villarruel viaja a las provincias en general es “invitada” por los gobernadores” y que no cobra viáticos destinados a gastos de alojamiento y comidas. “Si los tuviera que solicitar, corresponde (que lo haga) a Presidencia (en referencia al Poder Ejecutivo Nacional) pero nunca los tramitó. Solo reciben viáticos las personas que viajan con ella”, aseguraron, y sumaron que Villarruel, a tono con la política de austeridad del gobierno, “trata de ahorrar en todo lo que se puede”.
En esos 2.206 tramos tampoco están incluidos los pasajes de los que dispone el presidente provincial del Senado, Bartolomé Abdala (La Libertad Avanza); de las dos vicepresidencias, hoy a cargo de Carolina Losada (UCR) y Alejandra Vigo (Bloque Unidad Federal); de los secretarios y prosecretarios del Senado; y los secretarios de bloques parlamentarios.
Los miembros del Senado tienen a disposición 10 tramos aéreos o terrestres a su nombre, más otros 12 aéreos y 20 terrestres innominados en el territorio nacional que pueden ceder a quien consideren, los cuales tienen una validez mensual, y no son acumulables.
Según la información publicada, el 40% de los 72 senadores (29) tienen un promedio de dos viajes por semana, para ir y volver desde sus provincias en pasajes aéreos que reciben a su nombre, y que son intransferibles. El resto no llega a esa cifra. Los pasajes nominados que los senadores no usan deben ser devueltos al Senado.
Los otros 32 tramos innominados que reciben los senadores por mes pueden entregarlos en forma discrecionalidad, en una práctica que combina “tarea social” de asistencia a ciudadanos de sus provincias que tienen necesidades, con el trabajo político en sus distritos en busca de captar lealtades a la hora del voto.
La web del Senado no publica los datos de los pasajes asignados a cada senador que no están nominados, ya que, según la presidencia del Senado, “la información sobre utilización de pasajes y canje de tramos innominados no son obligaciones de transparencia activa, en los términos del art 32 de la ley de Acceso a la Información Pública”.
El monto de $2.057 millones desembolsados por el Senado en los primeros seis meses del año incluye $4,3 millones por 5 viajes internacionales en concepto de viáticos, seguros de viaje y, en un solo caso, el pasaje aéreo, una cifra muy inferior comparada con el año pasado cuando en el mismo periodo hubo 22 viajes al exterior de senadores.
Según la normativa vigente desde 2008, a los senadores les corresponden USD 300 por día en viáticos para solventar su estadía y las comidas, en caso de viajar a Estados Unidos, Canadá, Europa, Asia o África; USD 250 en el caso de Brasil, México, Panamá o Venezuela, y USD 200 si el destino es Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay o países de Centroamérica.