Un escándalo se destapó en Neuquén luego de que se conociera que la Legislatura provincial habría desembolsado más de 30 millones de pesos para solventar una presentación de la «sanadora» rosarina Leda Bergonzi en agosto pasado.
Bergonzi se habría llevado por su show en la provincia patagónica una alta suma de dinero. Los datos se desprendieron de la investigación que se lleva a cabo sobre Gloria Ruiz, vicegobernadora y titular del Poder Legislativo neuquino, suspendida provisoriamente de ambos cargos.
La «sanadora» llegó a Neuquén el 24 de agosto y se presentó en el estadio Ruca Che ante 5.000 personas. En aquel momento, las entradas fueron gratuitas y se agotaron en apenas 40 minutos.
Si bien el show fue gratuito para el público, la Legislatura de Neuquén realizó un importante desembolso para poder realizar la actividad, que duró casi cuatro horas. Hubo una misa, la adoración a Jesús Sacramentado, un tiempo de evangelización y un momento de oración con la rosarina como protagonista.
Según publicaron medios neuquinos, la Legislatura provincial pagó los traslados de Bergonzi y su comitiva: unos 4.612.940 pesos. Además, aportó unos 10 millones de pesos al Obispado de Neuquén, encargado de la organización del evento y de abonar el caché de la «sanadora».
Pero el gasto más importante fue poco más de 12 millones de pesos en conceptos de sonido, iluminación, pantalla, escenario, vallas, sillas, técnica y equipos. También se abonó unos 542 mil pesos en viandas para las 71 personas destinadas al servicio de emergencia. En total, el Poder Legislativo neuquino, a cargo de Gloria Ruiz, desembolsó 32.215.238 pesos.
Este caso es una derivación de otra gran polémica, la que envuelve a la vicegobernadora de Neuquén, Gloria Ruíz, quien fue suspendida de su cargo, acusada de corrupción, y que involucra también a su hermano Pablo Ruíz.
En octubre pasado, se conoció que la popular «sanadora», conocida por su cercanía con la familia del astro Lionel Messi, fue expulsada de la Iglesia Católica por decisión del Arzobispado de Rosario, que consideró que no podía continuar con sus prácticas religiosas bajo su nombre.
Leda Bergonzi se convirtió en un fenómeno que convoca a numerosos fieles en Rosario y otros puntos del país, para hacer imposición de manos en nombre de Dios y representando a la Iglesia Católica. Por su acción, miles de personas entendían que la mujer tenía poderes sanadores y que había obrado numerosos milagros entre los creyentes.