Un tribunal en París ha declarado culpable a Marine Le Pen, líder de la extrema derecha francesa, por un caso de malversación de fondos públicos. Según la magistrada Benedicte de Pertuis, “Le Pen ha sido declarada culpable de malversación de fondos públicos”.
Las acusaciones indican que la Agrupación Nacional, bajo su dirección, implementó un esquema para desviar las dietas recibidas por eurodiputados entre 2004 y 2016. Esos fondos, que estaban destinados a pagar a sus asistentes en el Parlamento Europeo, fueron aprovechados para saldar salarios de miembros del partido con el objetivo de “aliviar” sus problemas financieros.
La condena impuesta también contempla cuatro años de prisión, de los cuales dos son firmes, aunque podría cumplir el resto de la pena bajo libertad vigilada o con una pulsera electrónica en su hogar. Junto a Le Pen, otros ocho diputados de su partido fueron hallados culpables del mismo delito, y doce más por “ocultar información”.
El tribunal estimó el daño causado al Parlamento Europeo en 2,9 millones de euros (3,1 millones de dólares). La implicación en este caso ha llevado a que todos los diputados acusados, incluida Le Pen, queden inhabilitados para presentarse como candidatos en futuras elecciones.
La situación ha generado críticas tanto desde Rusia como desde aliados de la ultraderecha europea. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, expresó que es un tema interno de Francia, pero lamentó que los gobiernos europeos estén “pisoteando normas democráticas”.
Mientras tanto, Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, mostró su apoyo a Le Pen con un mensaje en redes sociales que decía: “Je suis Marine” (Yo soy Marine). La Agrupación Nacional de Le Pen y el Fidesz de Orbán forman parte del grupo Patriots en el Parlamento Europeo, que también incluye a la Liga de Matteo Salvini.
Esta última se mostró decepcionada por el intento en Francia de “excluir” a su aliada de la política, afirmando que a menudo “quienes temen el juicio de los votantes hallan consuelo en el juicio de los tribunales”.
