Tras la denuncia, habló la militante de HIJOS: “Hay un caldo de cultivo de odio y violencia que habilita esto”

Sabrina Bölke contó como fue el episodio en que dos sujetos entraron a su casa, la ataron y la abusaron sexualmente. “Estoy en una sensación de shock, me dijeron que no hablara nunca más”, dijo.
Por: #BorderPeriodismo

Sabrina Bölke, la militante de la agrupación de derechos humanos H.I.J.O.S. que denunció haber sido atacada y abusada sexualmente, brindó detalles sobre la situación que debió atravesar para el programa Habrá Consecuencias del medio El Destape Radio. 

“Mi vida quedó suspendida, desde el 5 de marzo no puedo ser la misma persona”, contó Bölke. “Cuando ingresé a mi domicilio me redujeron por la espalda, insultaron, amenazaron y me torturaron entre veinte y quince minutos”, relató. Según contó Bölke, y según había contado la agrupación H.I.J.O.S mediante un comunicado poco después del hecho, fue asaltada por dos personas que la esperaron en su casa, quienes al huir dejaron pintado en una pared la sigla VLLC (“Viva la libertad, carajo”), la frase popularizada por el presidente Javier Milei.

Bölke narró que los agresores “la tomaron del cuello, la apuntaron con un arma» y le dijeron que no estaban en su domicilio para robarle, sino que la iban a matar. “Estoy en una sensación de shock, me dijeron que no hablara nunca más”, manifestó. 

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Los sujetos no robaron nada de valor económico, sino que se llevaron carpetas con distinta información sobre la organización. 

Bölke relató cómo fue que encontró la pintada dentro de su casa con la frase libertaria. Bölke es empleada estatal, y en la pintada se hacía referencia a su trabajo ya que decía: “VLLC, Ñoqui”, forma despectiva para referirse a quienes trabajan en la administración pública. 

“Estoy volviendo a mi casa del (Hospital) Pirovano encuentro la pintada en mi habitación. Ellos estuvieron adentro del departamento mucho tiempo porque cuando nosotros volvimos vimos que habían roto cosas”, afirmó.

Bölke apuntó contra los «discursos de odio» de cuya promoción responsabilizó al gobierno y afirmó que “hay un caldo de cultivo de odio y violencia que habilita esto” además de contar que «no sabe si se siente contenida por el Estado».

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De acuerdo al relato de la militante, luego de haberla golpeado y abusado, los responsables le dijeron que “no hablara de esto con nadie” y que la próxima vez iban a volver para “pegarle un tiro en la cabeza”. 

“Mi sueldo no cubre la canasta, soy una militante de a pie; no soy una persona expuesta, jamás tuve responsabilidades. Entonces, cuando entré a mi casa pensé que era un robo. Ni siquiera tenía plata en la billetera”, contó. 

“Nosotros sabemos todo de vos, que estás con los derechos humanos. Nosotros no vinimos a robarte, vinimos a matarte” contó que le dijeron los asaltantes. Y ahí fue cuando sacaron las armas”, añadió.

Según contó la militante, ahora está tratando de «recuperar una vida normal» y pensar cómo seguir. “Tengo que ver como voy a seguir sola de nuevo, cómo cuando tengo que salir a tomar el colectivo (…) Yo recurro a mis hermanos y hermanas, los compañeros de la agrupación HIJOS. Nos está acompañando la Defensoría General de la Nación”, dijo.

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