Luego de que escalara la tensión entre las fuerzas policiales y los manifestantes que llevaban adelante el “piquetazo” contra el gobierno de Javier Milei, casi en simultáneo estallaron los enfrentamientos en los puentes Saavedra y Pueyrredón.
A las 11:05, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires decidió avanzar sobre los manifestantes con personal de Infantería y camiones hidrantes con el propósito de despejar los cortes. Los manifestantes denunciaron que fueron reprimidos en un momento en el que se encontraban expresándose en forma pacífica.
En Puente Pueyrredón los manifestantes estuvieron enfrentados durante varios minutos con la policía, que intentó dispersarlos con gases. Poco después llegó al lugar un carro hidrante, que hasta el momento no avanzó.
La convocatoria al “piquetazo” había sido realizada por la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y organizaciones de izquierda. Durante la misma se implementaron bloqueos en los principales accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La protesta tiene varios motivos, siendo uno de los principales el reclamo por la situación de la falta de entrega de alimentos a los comedores y merenderos comunitarios.
El Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, había anunciado que aplicaría el Protocolo Antipiquetes y desalojaría a los manifestantes si efectivamente cortan calles, avenidas o puentes.
“Llevaremos adelante una jornada nacional, junto a otras organizaciones sociales y sindicales, con cabecera en el puente Pueyrredón y más de 500 cortes y movilizaciones en todo el país profundizando nuestro plan de lucha frente a la falta absoluta de respuesta del gobierno, ante la emergencia alimentaria y el ajuste a la economía popular”, anunciaron los dirigentes sociales antes del inicio de la protesta.
El líder de la Corriente Clasista y Combativa, Juan Carlos Alderete, dijo al medio Infobae, previo al inicio de la protesta, que la gente “ya no aguanta más” y que de hecho son “los vecinos” los que piden que las organizaciones protesten. “Si nos tenemos que enfrentar a la fuerza militarizada de la ministra Bullrich, lo vamos a hacer, no nos importa nada”sentenció Alderete.
Desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), señalaron: “Atacan y estigmatizan a las y los trabajadores de la economía popular con el ajuste en el Potenciar Trabajo (ahora dividido en dos programas), el salario que complementa el laburo que se inventaron millones de personas descartadas del sistema formal. Vuelven al relato de planes en trabajo, una vieja receta que desconoce estas labores con intención de seguir ajustando a los y las de abajo”
Por su parte, el dirigente social Juan Grabois manifestó que “como si fuera poco, pusieron fin a las obras de integración socio-urbana que tanto necesitan las familias que viven hacinadas y sin servicios básicos en nuestros barrios”.
Entre los movimientos que convocan destacan el Polo Obrero y la Unidad Piquetera, Eduardo Belliboni es uno de sus referentes; el Frente Popular Darío Santillán, liderado por Dina Sánchez; el Movimiento Evita, liderado por Emilio Pérsico, Gildo Onorato y Alejandro Gramajo, también secretario general de la UTEP, Libres del Sur, encabezado por Silvia Saravia; la Corriente Clasista y Combativa, liderada por Alderete y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), referenciado en Juan Grabois y Nicolás Caropresi.
Según declaraciones de Belliboni, “esde que llegó La Libertad Avanza al poder no mandaron a los comedores ni un kilo de fideos para los pibes, para las familias que cada vez, en mayor número llegan a los comedores porque tienen hambre”.
Sobre este tema, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, anunció que ya llamó a licitación para la compra de alimentos “de forma trasparente”, que rompió con la “cartelización” que existía y que la asistencia está llegando a través del aumento del 100% en el valor de la Tarjeta Alimentar, y del programa Alimentar Comunidad, una tarjeta prepaga que se les otorga a los responsables de los comedores y merenderos “matriculados”. En esta línea, argumentó que el objetivo de sus medidas eran terminar con la “tercerización” a los dirigentes sociales que distribuían de manera discrecional y sin rendición como una forma de extorsionar a la gente”.