Tras el intenso debate en el Senado por la ley de Financiamiento Universitario, que resultó aprobada, el presidente Javier Milei confirmó que la vetará de forma «total”.
En este contexto, desde el gobierno creen que la iniciativa es un peligro para las políticas económicas y que atenta contra la medida de «déficit cero», ya que no solo se incrementa el presupuesto de las universidades, sino que también implica una recomposición salarial para docentes y no docentes. Esto implicaría un gasto equivalente al 0,14% del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Cabe destacar que el oficialismo viene de duras derrotas consecutivas ocurridas durante la madrugada del viernes. Con el impulso de la oposición, el Senado aprobó no solo la ley de presupuesto universitario, sino que también rechazó el DNU que ampliaba los fondos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Por eso, ahora espera que el veto a la iniciativa universitaria se haga efectivo con el apoyo, nuevamente, de los 90 diputados que lo ayudaron a mantener el rechazo a la reforma jubilatoria.
EL RESULTADO NEGATIVO DEL OFICIALISMO EN EL SENADO
Durante la madrugada del viernes, el gobierno de Javier Milei recibió un duro revés: el Senado rechazó el Decreto de Necesidad y Urgencia que le otorga fondos millonarios a la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) y aprobó el proyecto que actualiza y blinda el presupuesto de las universidades públicas. De todos modos, el gobierno logró una victoria con la luz verde que la Cámara Alta le dio a la Boleta Única, que ahora deberá regresar a Diputados.
El Senado sesionó durante más de 12 horas. Con muy poca participación de la presidenta del Senado, Victoria Villarruel (Bartolomé Abdala estuvo a cargo de casi toda la sesión), el oficialismo intentó que el tema no estuviera en el orden del día, pero una maniobra de la oposición en el comienzo de la jornada logró instalarlo, y finalmente el número de votos excedió largamente los dos tercios necesarios para rechazar la iniciativa oficialista.
Finalmente, la votación por el dinero que iría a los fondos reservados de la SIDE recogió 49 votos en contra, 11 a favor y dos abstenciones.
El DNU de la SIDE fue dictado el 23 de julio, después de que la cúpula del Ejecutivo resolver disolver la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y restaurara la vieja SIDE. El decreto le dio cien mil millones de pesos de fondos reservados a la secretaría que quedó en manos de Sergio Neiffert, vinculado al asesor principal de Javier Milei: Santiago Caputo.
El rechazo, que se produjo pasadas las 02:15 del viernes. Fue la primera vez que el Congreso rechaza un DNU.
Respecto al financiamiento universitario, la ley no solo incrementa el presupuesto, sino que incluye una recomposición para los docentes y no docentes, generando un impacto fiscal de 735.598 millones de pesos, lo que implica el 0,14 por ciento del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). De todos modos, el gobierno ya adelantó que podría vetar la ley, como pasó con los jubilados.
Según el texto sancionado, el Poder Ejecutivo tendrá que actualizar desde el 1 enero de 2024 y hasta el 31 de diciembre de 2024, de forma bimestral, el monto de los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales por el Índice de Precios al Consumidor informado por el INDEC.
De acuerdo a la OPC, la actualización de partidas del 2023 según el IPC es de 210.742 millones de pesos; el ajuste bimestral de los recursos para 2024 es de 86.254 millones de pesos, en tanto que para salarios los fondos oscilan en los 441.600 millones de pesos.
La aprobación fue por 57 votos afirmativos, 10 negativos y una abstención.
En cuanto a la aprobación del proyecto que propone implementar la Boleta Única de Papel (BUP) para las elecciones nacionales es la única victoria del gobierno después de la Sesión maratónica. La votación se definió por 39 votos a favor y 30 en contra. Si logra convertirse en ley, se implementará ya en las elecciones legislativas del año que viene.
El proyecto tiene media sanción de Diputados desde 2022 y ahora volverá a la Cámara Baja debido a los cambios aplicados en el Senado. De acuerdo al proyecto, la Cámara Nacional Electoral (CNE) será la responsable de diseñar las BUP; y las Juntas Electorales Nacionales serán las encargadas de adaptar la boleta a la oferta electoral de cada distrito. Adoptará el modelo de Mendoza, provincia donde rige esta modalidad así como en Santa Fe y Córdoba, con algunas diferencias en sus formatos. El Ministerio de Interior, a través de la Dirección Nacional Electoral (DINE) sería el responsable de imprimir y distribuir las boletas a lo largo y ancho del país.