El presidente Javier Milei brindó una nueva entrevista a un medio nacional y resurgió la interna contra la vicepresidente Victoria Villarruel al decir que “está cerca del círculo rojo” y la llamada “casta”.
A su vez, aseguró que la titular del Senado “no tiene ninguna injerencia en la toma decisiones”. En ese sentido, dijo que resaltó que tampoco participa de las reuniones de gabinete, aunque mantiene un diálogo “institucional” o “lo que se necesita para cumplir nuestros roles”.
“Ella decidió no participar de las reuniones de gabinete”, destacó ante el periodista Esteban Trebucq de La Nación +.“
A pesar de estás definiciones, afirmó que sus ministros «tienen libertad de acción dentro de nuestras ideas. Pero ninguno de ellos tiene permitido un milímetro de error”, sin excepciones a la regla.
Más adelante el mandatario también se refirió a la posibilidad de derribar el ex edificio del Ministerio de Desarrollo Social, hoy Capital Humano: “Estamos evaluando si debe continuar. No sé si es funcional sacar el edificio. En todo caso, hay que evaluar las necesidades del ministerio”, expresó.
A su vez, volvió a arremeter contra los medios de comunicación: “Soy presidente a pesar de los medios no por los medios”, destacó . Y agregó: “Lo importante en esto no es mirar las encuestas, porque eso te da un resultado inconsistente. Vos tenés que tener un norte: yo le digo eso a mis ministros. Las encuestas sirven para saber dónde estás parado hoy”.
“Por ejemplo, en el tema universitario, nadie hubiera tomado mi posición. La opinión pública estaba 90 a 10 a favor de las universidades. La primera marcha fueron 250000 y la segunda fueron 60000. Nosotros siempre habíamos dicho que la intención no era arancelarlas, sino auditarlas. La discusión hoy está 60 a 40 a favor de las universidades y cuando meter en las auditorías 60 a 40″, sostuvo.
Así mismo dijo que los periodistas armaron “la campaña más sucia de la historia” por meterse con su persona y su familia. Además , afirmó que la población fue “maltratada” por los medios, pero que ahora se terminó el “monopolio del micrófono” con la aparición de las redes sociales.
“Los periodistas más basura odian Twitter. Cuando mienten, quedan expuestos automáticamente. El archivos es instantáneo. Antes te tenías que callar. Ahora podes devolver. Hay periodistas incluso que opinan de economía y son brutos. Y hoy tengo posibilidad y me veo obligado a responderles”, cerró.