El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, explora un armado político propio en medio de las tensiones con la ex presidenta Cristina Kirchner y para enfrentar al gobierno del presidente Javier Milei. El lema de la campaña que pondrá en marcha este miércoles en Mar del Plata será «El futuro es con Axel».
Además del evento en la ciudad balnearia habrá otros con la intención de «fortalecer la figura nacional» del gobernador, indicaron desde la subsecretaría de Economía Popular provincial que conduce Daniel Menéndez. En ese marco, está previsto que el próximo martes se desarrolle el lanzamiento formal de la campaña para promover la imagen de Kicillof.
«Es momento de fortalecer a Axel y constituir un espacio que se plante frente al gobierno nacional, frente a su abandono al pueblo argentino y al saqueo de nuestra Patria», sostuvo Menéndez sobre la incipiente campaña.
Y añadió a través de un comunicado que «construir una alternativa e impulsar la figura del gobernador es el camino que nos va a permitir revertir la destrucción en curso». Esto sucede en medio de la tensión con el kirchnerismo duro por el posible desdoblamiento de las elecciones legislativas que el gobernador disponga y que es rechazado cerca de Cristina y Máximo Kirchner.
De esta manera, con el foco puesto en «destacar los cinco años de gestión» de Kicillof al frente de la jurisdicción más poblada del país, desde el entorno del gobernador convocan a conformar «un espacio político para fortalecer la alternativa a Milei en la provincia y a nivel nacional».
La campaña estará concentrada en mostrar «los resultados» de esa gestión en materia de educación, salud, trabajo, producción y obra pública, entre otros ítems, según dicen cerca del gobernador.
Hace semanas que el enfrentamiento de Kicillof y la ex presidenta Cristina Kirchner viene ganando intensidad, y uno de los mayores interrogantes es qué hará el gobernador con los comicios locales respecto de los nacionales.
Cerca de la ex mandataria mantienen la postura de no dividir los esfuerzos electorales y concentrar la campaña en los dos niveles al mismo tiempo, mientras que los que confían en la imagen positiva de Kicillof son partidarios de desdoblary evitar, así, la nacionalización de los comicios.
De concretarse, el desacople significaría un incremento en la tensión entre Kicillof y Cristina Kirchner, quien tendrá la difícil tarea de ordenar el PJ y enfrentar la rebelión de su hijo político en la parte del mapa nacional más importante para el peronismo.
