En el comienzo de una nueva sesión para tratar la Ley Bases, ahora en el Senado, el esfuerzo oficialista trata de sostener la amplia delegación de facultades legislativas al Poder Ejecutivo que concede el proyecto y, tal vez lo más importante para la administración de Javier Milei, las ideas centrales del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). En otros puntos, debió ceder ante la presión de la oposición.
Con los números muy justos para la votación en general tras conocerse que los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano votarán en contra, los enviados del Gobierno, debieron negociar rápidamente para tratar de sofocar los focos de rebeldía que amenazaban con arrebatarle al Gobierno las facultades delegadas.
En este contexto, desde la Casa Rosada se aceptó eliminar a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas públicas que la administración Milei pretendía privatizar.
A la nómina se sumaron el Correo Argentino y los medios públicos de Radio y Televisión Argentina (RTA), cuya exclusión también era reclamada por senadores de la oposición dialoguista del interior, sobre todo el bloque radical, y de fuerzas provinciales, como la rionegrina Mónica Silva (juntos Somos Río Negro).
No es el de las privatizaciones el único cambio importante que aceptó el Gobierno. También resignará su intención de eliminar la última moratoria previsional, reclamado por la cordobesa Alejandra Vigo (Unidad Federal).
Otra modificación que sufrirá el dictamen que se está discutiendo es el del financiamiento de las obras públicas. Ahora, el Gobierno se compromete a terminar de solventar aquellas que se encuentren avanzadas en un 80% de su concreción y las que tengan asegurados créditos de organismos internacionales.
Reforma fiscal y vuelta a Diputados
Los cambios de último momento se extenderán al proyecto de reforma fiscal, en el que podrían sumarse modificaciones en el régimen de blanqueo de activos y en la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias. Todo indica que el oficialismo no conseguirá los votos para sostener el gravamen y que la iniciativa volverá a Diputados en segunda revisión sin una de las cláusulas pedida por varios gobernadores, ávidos por conseguir recursos para financiarse ante la decisión del Gobierno de cerrar el grifo, aunque de manera selectiva, de fondos nacionales a los distritos.