El juez Ariel Lijo adelantó que no tomará la decisión de renunciar a su cargo, luego de que la Corte Suprema de Justicia definiera por mayoría no aceptar su pedido de licencia para que asuma en el máximo tribunal.
En ese marco, se espera al voto clave en el Senado, que podría llegar la próxima semana, cuando pedirán una sesión especial con el objetivo de finalmente votar sobre el pliego de los dos magistrados designados por decreto.
Como su futuro en la Corte Suprema no está definido, se niega a renunciar a su cargo de juez federal y quedarse sin ninguno. Lijo fue nombrado "en comisión" por el presidente Javier Milei el 26 de febrero. Luego de eso, presentó su pedido de licencia ante la Cámara Federal porteña, que hizo lugar a su solicitud y la elevó al máximo tribunal.
La decisión de los jueces de la Corte fue tomada por la mañana, bajo una reunión que duró menos de 15 minutos. La negativa fue contundente, incluso por parte de García-Mansilla, quien también había sido designado por decreto.
El futuro del juez federal es el que concentra mayores desafíos, y de no aprobarse, será una dura derrota para el Gobierno. Por su parte, Ricardo Lorenzetti fue el único en favor del letrado envuelto en la polémica, al haber sido, también, uno de los principales impulsores para que forme parte del organismo.
