Mientras se desarrolla el inicio del juicio a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo por el intento de magnicidio contra la ex presidenta Cristina Kirchner, la misma retuiteó un posteo en su cuenta de X a propósito de los duros cuestionamientos que tiene contra la Justicia. El tuit era del ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Juan Martín Mena, y lo acompañó con la leyenda: “Más claro echale agua”.
En el mensaje el ex viceministro de Justicia mencionó en su cuenta de X el inicio del juicio “sobre el intento de magnicidio” a la ex presidenta, hecho que calificó como uno de los más graves desde la recuperación democrática, y dijo: “Salvo honrosas excepciones, el silenciamiento mediático y de la dirigencia política, resulta igualito al de jueces y fiscales que tienen la responsabilidad y obligación de investigarlo. Un liso y llano encubrimiento”.
Mena cuestionó que “el contenido del celular del atacante se borró al otro día del atentado, ocultando información imprescindible y estando en poder de la jueza”, y dijo que nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes (Revolución Federal, nueva Centro Derecha, entre otras).
Además, manifestó que “esas organizaciones nacieron meses antes del atentado, recibieron financiamiento político, y desaparecieron al otro día del 1 de septiembre de 2022″, que “sus integrantes se paseaban y fotografiaban con Patricia Bullrich y asisten hoy al Congreso invitados por diputados del oficialismo” y que “recibieron decenas de millones de pesos de la familia Caputo los meses previos al atentado”, entre otras acusaciones.
“Si ante la mirada de 47 millones de argentinos y argentinas ocurrió este atentado y no se avanzó ni un ápice, cabe preguntarse qué justicia le quedará a cualquier ciudadano, que todos los días merece tener a resguardo su derecho a vivir”, dijo Mena, quien afirmó que “un sector del Poder Judicial y del poder político no esclareció el intento de asesinato” a Cristina Kirchner y que “lo que resulta aún más desesperanzador es que casi nadie cree que exista la vocación, la responsabilidad, el compromiso, y la ética necesaria para llegar a la verdad”.