El presidente Javier Milei y varios de sus seguidores libertarios fueron señalados por difundir información falsa con el propósito de respaldar un discurso político engañoso. El episodio se desencadenó a raíz de un posteo en la red social X, el cual fue ampliamente compartido por múltiples cuentas de seguidores libertarios, incluyendo la del mismo Milei.
En dicho posteo, se presentaba un informe de proyección sobre una supuesta hiperinflación, atribuyendo la autoría del mismo a la consultora Invecq, que integra el prestigioso economista Esteban Domecq, Matias Surt y Santiago Bulat.
Según la información difundida por Milei y sus seguidores, la previsión de la consultora sobre la inflación desde octubre, cuando Sergio Massa estaba a cargo de la cartera de Economía, pronosticaba una hiperinflación, con meses donde esta llegaba al 70%. Sin embargo, según esta información, luego de asumir Milei la presidencia esto se habría evitado.
Ante la viralización del posteo, la consultora salió rápidamente a desmentir la autoría del informe, a través de un comunicado oficial. En él, niega rotundamente su participación en la creación del gráfico y la proyección, enfatizando que este proyecto no forma parte de un análisis de su empresa.
«Ante la viralización de este posteo queremos aclarar que esta imagen es falsa. Ni este gráfico ni esta proyección corresponden a nuestra consultora», puntualiza la cuenta oficial de X.
Ante la viralización de este posteo queremos aclarar que esta imagen es falsa. Ni este gráfico ni esta proyección corresponden a nuestra consultora. https://t.co/OqoO84pBco
— Invecq (@invecq) February 15, 2024
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Este incidente pone de manifiesto la creciente preocupación por el uso de desinformación en la esfera política, particularmente en un contexto donde las redes sociales juegan un papel fundamental en la difusión de información. La propagación de noticias falsas no solo socava la confianza en las instituciones democráticas, sino que también distorsiona la percepción de la realidad y afecta el debate público.
Es especialmente inquietante que el presidente y sus seguidores, figuras con una gran influencia en la opinión pública, estén involucrados en la difusión de información falsa, acrecentando los riesgos de socavar la transparencia democrática, y constituir un abuso de confianza hacia la ciudadanía.