El intendente Ramiro Egüen, cercano a Margarita Stolbizer y referente zonal del GEN se sumó a La Libertad Avanza y podría ser el primero de una extensa lista. Hace pocas horas el mandamás de Tres de Febrero Diego Valenzuela también pegó el salto al partido violeta, pero desde el PRO.
Sin embargo, lo que llama la atención son los motivos que hicieron que Egüen se pase a las filas del “mileismo”. Y esto es, justamente, el modelo de gestión que pregona en su distrito, caracterizado por un fuerte ajuste fiscal y el recorte en áreas del organigrama municipal.
El jefe comunal participó en las PASO de 2023 con la boleta de Juntos por el Cambio, donde derrotó en la interna a Mauricio García. Ya como candidato de ese espacio, venció en las generales de manera muy ajustada al entonces intendente Hernán Ralinqueo.
Durante su primer año de mandato, Egüen se caracterizó por llevar adelante un análisis pormenorizado de las cuentas fiscales del municipio, donde encontró diversos desajustes. Esos datos lo llevaron a implementar una política de ajuste con reducción de personal y cierre de secretarías, algo que a nivel macro viene realizando el presidente Javier Milei.
Al respecto, señaló que «a consecuencia de tener 250 empleados menos, tras la no renovación de contratos de personal, la gran mayoría que había ingresado a la Comuna en el último año de la administración de Hernán Ralinqueo. Esa cantidad de empleados, en un Estado municipal que habían superpoblado de manera irresponsable, constituye el 10% de la masa salarial».
Con la reducción de funcionarios y empleados de la planta municipal, el alcalde veinticinqueño logró ahorrar mensualmente $230 millones, que significó un 30,19% del presupuesto, es decir, unos $3.000 millones anuales. De esa forma, pudo ahorrar suficiente dinero, uno $6.000 millones que fueron destinados a obras públicas y el mejoramiento de los servicios municipales.