La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respondió contundentemente a la vicepresidente Victoria Villarruel, quien la había responsabilizado por la detención del gendarme Agustín Nahuel Gallo en Venezuela. Además, Bullrich le exigió frenar el “aumento descabellado de sueldos” en el Senado.
A través de su cuenta de X, la titular del ministerio de Seguridad aseguró: “Resulta vergonzoso que utilice a Agustín Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político”.
También acusó a Villarruel de desconocer los procedimientos de Gendarmería Nacional. “Es claro que usted habla con total desconocimiento de los canales y mecanismos administrativos que rigen en el marco de la Gendarmería Nacional. La autorización de viajes se otorga a través de la Dirección de Personal. Por eso le solicito que antes de emitir declaraciones, la próxima vez se informe”.
La ministra concluyó su mensaje instando a la titular del Senado a frenar el incremento salarial para los senadores. “Si quiere servir a la Patria, como argentina le pido que se ocupe de frenar el descabellado e inminente aumento de sueldos en el Senado de la Nación. La ciudadanía está haciendo un esfuerzo heroico para superar la crisis heredada y no merece financiar dietas de 9.5 millones para ningún legislador”.
El caso de Agustín Nahuel Gallo generó controversia, cuando el pasado 8 de diciembre fue detenido arbitrariamente al intentar ingresar a Caracas para visitar a su pareja e hija, fue interceptado por una camioneta negra sin identificación oficial. Desde entonces, permanece incomunicado y con su teléfono secuestrado.
En respuesta a preguntas de usuarios en X, Villarruel aseguró: “Jamás lo habría autorizado a ir” y calificó la situación como “tristemente obvia”. Sin embargo, aclaró que, al no ser de su área, no opinaría sobre las acciones correspondientes.
Por su parte, el presidente Javier Milei señaló a Nicolás Maduro como un “dictador criminal” y exigió la liberación inmediata de Gallo. Sin embargo, las relaciones entre Argentina y Venezuela están rotas desde agosto, cuando Maduro expulsó a los diplomáticos argentinos y mantuvo a seis opositores refugiados bajo asedio en la embajada argentina en Caracas.
Por otro lado, Diosdado Cabello, cercano al régimen de Maduro, afirmó que Gallo es un “agente especial de los servicios de inteligencia” y lo vinculó con un supuesto plan para extraer a dirigentes opositores de la embajada argentina.