El Gobierno tiene previsto enviar en las próximas horas el pedido de autorización al Congreso para firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Como había anticipado la semana pasada, la Casa Rosada avanzará con un decreto para cumplir con la legislación vigente y al mismo tiempo evitar demoras en una negociación que es clave para el futuro de la economía.
Luego, pedirá apoyo al Congreso para que se ratifique la normativa. Con esta decisión, el Ejecutivo deja en clara su voluntad de avanzar en las próximas semanas en la concreción del nuevo programa.
En línea con esta estrategia, Javier Milei remarcó que el acuerdo con el FMI será clave para sanear el Banco Central (BCRA) y, con ello, avanzar en la liberación de las restricciones cambiarias y continuar con su plan económico, que tiene como premisa reducir la inflación.
Para qué se va a usar el préstamo con el FMI
El equipo económico indicó en varias oportunidades que los dólares que lleguen del organismo se usarán para cancelar deuda con el Banco Central (BCRA) y así capitalizarlo, es decir, fortalecer las reservas.
Al momento de explicar cómo se realizará esa operación, el Gobierno habló de recomprar deuda que el Tesoro tiene con el BCRA. Ese pasivo se generó a lo largo de los años, cuando las diferentes administraciones iban tomando dólares de las reservas y, a cambio, emitían un bono sin intereses llamado Letra Intransferible a favor de la autoridad monetaria. La práctica más extendida para esos títulos fue renovarlos a su vencimiento, sin hacer el pago.
Qué falta para cerrar el acuerdo con el FMI
En primer lugar, se deberá cerrar y publicar el acuerdo técnico. Luego se deberá avanzar en la elaboración y firma del Memorándum de Políticas Económicas y Financieras, que describe las políticas o compromisos, fiscales, cambiarios, monetarios, que se pretenden implementar. Y está la firma del Memorándum Técnico de Entendimiento, que plasma aspectos tales como los mecanismos de medición del déficit fiscal o la acumulación de reservas.
Por último, esos documentos deberán ser enviados al Directorio del FMI, que deberá aprobarlo para su finalización. Un dato no menor es que la Argentina es el principal deudor ante el organismo, por lo que la discusión interna probablemente conlleve fuertes disentimientos dentro del directorio.