No son buenas noticias para el gobierno de Javier Milei. La soja bajó de precio tanto en Rosario, donde se cotizó a $280.000, como en Chicago, con una pérdida diaria de USD 9,55, y la posición septiembre cerrará a USD 379,84 por tonelada. Este descenso en el precio perfora el piso de los 400 dólares luego de casi cuatro años.
El gobierno libertario había apostado a que hubiera una cosecha mejor que la del año anterior, lo cual fue así en volumen, pero no en el precio de los granos que vienen bajando desde noviembre. Había mucha expectativa en que la generación de divisas por la exportación solucionara buena parte de los problemas económicos, pero ahora solo permitirá contener un tiempo las dificultades existentes.
En el primer semestre de este año ingresaron al país USD 11.000 millones por granos, una cantidad muy similar a la de la gestión pasada. De acuerdo a las estimaciones del sector, hasta ahora se vendió el 37% de los granos de los seis principales cultivos (soja, maíz, trigo, cebada, sorgo y girasol) de la cosecha 2023/24. En la misma semana del año pasado se había vendido un 42%. Así mismo, este año se vendió el 46% de la cosecha de soja contra el 45% en las dos campañas previas y el 49% promedio de los últimos cinco años. Más de la mitad de la cosecha de soja queda por comercializar, unos 27 millones de toneladas que equivalen a USD 11.188 millones a un precio FOB de USD 432 por tonelada. (El valor FOB representa el costo de los bienes en el punto de embarque o carga).
Respecto al maíz, queda por vender USD 6.000 millones, aunque parte se destinará al mercado interno, con lo cual quedaría una liquidación remanente de divisas de USD 13.500 millones aprox.
Pero además, este descenso en los precios repercute fuertemente en los productores debido a las dificultades cambiarias que enfrenta la Argentina: la brecha entre la cotización oficial y las paralelas están bien por encima del 50%, lo cual desalienta las ventas al exterior y, con eso, la generación de divisas. Si bien el gobierno intervino el mercado de dólares financieros con divisas compradas en el mercado oficial, generando un descenso en la brecha, esto no soluciona del todo los problemas de liquidar o no.
En cuanto a los granos, la caída de los precios se explica por las condiciones climáticas favorables en Estados Unidos y Rusia, zonas productoras que se beneficiarios de las lluvias recientes y las mejores temperaturas, con lo que las perspectivas para la cosecha de maíz y soja mejoraron. Además, las perspectivas de cosecha en Rusia han mejorado, y se trata del mayor exportador mundial de trigo. Al ofertarse mayor cantidad, el precio baja.
En contraposición, la demanda de soja mostró signos de debilidad. La Asociación Nacional de Procesadores de Oleaginosas (NOPA) informó que la trituración de soja en Estados Unidos disminuyó en junio, situándose por debajo de la mayoría de las estimaciones comerciales.