Este lunes, durante una entrevista en TN, el ministro de Desregulación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció que en las próximas semanas saldrán tres resoluciones sobre los gastos de entidades de educación superior pública, entre ellas que los gastos de universidades serán incluidos en el sistema de compras públicas.
Sturzenegger aclaró que las universidades son autónomas, lo cual significa que pueden decidir en qué gastar su dinero. “Pero son públicas, entonces, que tengan la libertad de decidir en qué gastar no quiere decir que la tengan para decidir cómo”.
Así, informó que los gastos de las universidades serán parte del sistema de compras públicas, por lo que esa información quedará registrada. “Van a seguir decidiendo en qué gastar, pero deberán tener transparencia”, dijo, y agregó: “Los salarios y los gastos deberán estar registrados en el Sistema Integrado de Información Financiera (SIDIF) y vamos a suspender los contratos interadministrativos entre el sector público y las universidades”.
En esa línea, el funcionario respaldó la gestión del Gobierno, el veto a la Ley de Financiamiento Universitario y las auditorías que pretende implementar sobre las casas de estudio. “Fijate cómo dio vuelta la taba Javier (Milei). Un debate que buscaba plantear un aumento salarial se convirtió en una interpretación de cómo gastan. Vamos a salir de ese proceso con transparencia”, dijo.
Sturzenegger consideró que el conflicto entre el gobierno y las casas de estudio “empezó como una puja salarial, en la que el Presidente dejó claro que no está en debate la educación pública ni que la universidad no sea arancelada”, y sentenció: “La universidad no es gratuita, es no arancelada. La pagan todos los argentinos”.
“Milei pidió el mayor aumento salarial para los docentes y se recompuso el financiamiento, que Alberto Fernández había congelado durante 14 meses. La pregunta es a dónde va el resto del dinero, si no es a los docentes ni a los gastos de funcionamiento. Por eso se pidió auditar y así se transformó en un debate”, sostuvo, sentenciando que el gobierno vetará “todo proyecto irresponsable que nos mande a la Argentina de la inflación”, en referencia al presupuesto universitario.
Hacia el final de la entrevista, el funcionario se refirió a la reforma laboral y señaló que los argentinos están acostumbrados a esperar un permiso del Estado para actuar, incluso en actividades empresariales lícitas. En contraposición, invitó a “sacar ese chip y abrazar esa libertad”.
Dijo además que uno de los puntos más conflictivos son los juicios y dijo que en la Ley Bases se permitió que “las empresas y sindicatos negocien cómo armar la relación laboral y cómo manejar la desvinculación de forma independiente”.
“El Presidente nos pidió una reforma laboral solo si beneficiaba al trabajador y a la empresa al mismo tiempo. Si favorecía a la empresa y perjudicaba al trabajador, no la quería. Ni viceversa. Los economistas sabemos que en cada transacción voluntaria ganan los dos”, aseguró.