A tan solo horas para que se acabe el plazo de congelamiento de dietas de los senadores, la presión empieza a ejercerse desde el Gobierno nacional sobre la vicepresidente Victoria Villarruel. Es que, a partir de mañana, los representantes pasarán a cobrar casi $9 millones, algo que la administración libertaria busca evitar, pero sin encontrar acción por parte de la titular de la Cámara.
Desde el entorno de Villarruel, aseguraron que en esta ocasión no intervendrán ya que anteriormente actuaron "fuera del período de receso legislativo porque [los senadores] no se iban a reunir y aceptaron", en referencia al último congelamiento ordenado durante el diciembre pasado.
Sin embargo, destacaron que ahora, "en período ordinario", no pueden intervenir. "Es potestad de los senadores. Potestad y responsabilidad", aseveraron.
Recordemos que el debate sobre los salarios de los legisladores de la Cámara Alta ya provocó tensión entre Villarruel y el presidente Javier Milei. Cuando la vice se quejó por ganar "dos chirolas", el líder libertario la cruzó: "Está desconectada de la realidad", dijo al referirse a que "el 95% de los argentinos gana menos que eso".
La división de ambas figuras sigue a la orden del día. En las últimas horas se conoció que tampoco compartirán acto durante el 2 de abril, donde se hará homenaje a los caídos y veteranos de la Guerra de Malvinas, lo que refleja el malestar interno.
Mientras está en puerta otra polémica por el aumento de las dietas en el Senado, desde el Gobierno buscan evitarlo a toda costa y mantener un congelamiento como el que rige en la Cámara de Diputados, algo que desde los primeros meses de gestión se utiliza como política estricta.